Pregunta rápida: ¿qué haces con la cáscara de guineo una vez que has disfrutado de tu deliciosa fruta? La respuesta obvia es ‘tirarla a la basura’, claro está, pero ¿Qué tal si te contáramos que esta piel posee enormes propiedades, beneficios y usos?
Para poder sacarle el máximo provecho, apunta algunos datos:
Para las picaduras de mosquitos.
Lo único que necesitas hacer es frotar el interior de una cáscara de banana en la zona afectada. Este truco te ayudará a bajar la irritación, comezón y lo mejor de todo: alejará de ti a los indeseados insectos.
Para atenuar arrugas.
Esto gracias a su gran aporte de antioxidantes y vitamina C, que estimulan la producción de colágeno y la circulación. Como en el ejemplo anterior, solo debes frotar el interior de la cáscara sobre las áreas del rostro más afectadas.
Para aliviar el dolor.
Un estudio publicado en el Diario de la Asociación Médica de Tailandia revela que los extractos de cáscara de plátano poseen propiedades antiinflamatorias. Por lo que, además de un remedio contra las picaduras, puede ayudarte con una erupción por hiedra venenosa, una quemadura solar o un moretón.
Para el acné.
La cáscara de banana contiene en su interior ácido salicílico, una sustancia a reducir la hinchazón y enrojecimiento provocados por el acné. ¿La recomendación? Después de preguntarle a tu dermatólogo si lo aprueba, puedes frotar cada noche el producto por todo el rostro y luego dejar actuar por unos 20 minutos antes de retirar con agua tibia.
Para blanquear tus dientes.
Y algo más importante: la piel de la fruta también brinda una capa protectora al esmalte de tus dientes. Coge la cáscara y frotarla suavemente sobre las piezas dentales durante unos 3 minutos. Se constante ¡y voilá!
Para limpiar tus plantas.
Un único paso: deslizar el interior de una cáscara de banana sobre las hojas de tus plantas ¡y listo! Adiós al polvo indeseado.
Fuente: Mundiario