Pekín anunció el viernes que responderá, aplicando el principio de reciprocidad, a las sanciones anunciadas por Washington contra varios dirigentes chinos, acusados de violar los derechos humanos de la minoría musulmana uigur en la región de Xinjiang, al noroeste del país.
Esta región semidesértica de unos 25 millones de habitantes ha sido escenario de atentados atribuidos por Pekín a separatistas o a islamistas. Recientemente el gobierno chino ha impuesto en la región severas medidas de seguridad.
Más de un millón de musulmanes, especialmente uigures, han sido o son internados en campos del Xinjiang, según Estados Unidos y organizaciones de derechos humanos.
China desmiente estas cifras y asegura que se trata de centros de formación profesional para ayudar a la gente a encontrar un empleo y alejarla de la tentación del extremismo islamista.
Pero Washington impuso el jueves sanciones contra varios dirigentes chinos, acusados de propiciar «graves atentados» contra los derechos humanos en Xinjiang.
«China decidió aplicar el principio de reciprocidad contra organizaciones e individuos estadounidenses que se comportaron mal en temas vinculados con Xinjiang», declaró Zhao Lijian, un portavoz del ministerio chino de Relaciones Exteriores, en rueda de prensa.
Entre las personas sancionadas por Estados Unidos figura Chen Quanguo, principal responsable del Partido Comunista Chino en Xinjiang. Es considerado el arquitecto de la política de seguridad de Pekín en la región. Desde su llegada han cesado los atentados, según se felicita Pekín.
Fuente: AFP