El Vaticano reiteró este martes que «nunca se ha pronunciado sobre la exhumación» del dictador español Francisco Franco y precisa que «ha instado al diálogo entre la familia y el Gobierno», sobre el asunto, en un comunicado divulgado este martes.

La nota de la Santa Sede fue divulgada tras la entrevista concedida el 8 de julio por el presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, al diario italiano Corriere della Sera.



En esa ocasión Sánchez aseguraba que el papa Francisco le «ayudó» con el traslado de los restos de Franco.

Cuarenta y cuatro años después de su muerte, el dictador Francisco Franco fue exhumado el 24 de octubre de 2019 de su monumental mausoleo cerca de Madrid para reinhumarlo en un discreto cementerio, una operación que generó un debate político y reavivó viejas heridas en España.



«Se precisa que la Santa Sede, sobre el asunto de la exhumación de Francisco Franco, ha reiterado en varias ocasiones su respeto a la legalidad y a las decisiones de las autoridades gubernativas y judiciales competentes», reza la nota vaticana.

«Ha instado al diálogo entre la familia y el Gobierno y no se ha pronunciado nunca sobre la oportunidad de la exhumación ni sobre el lugar de la sepultura, porque no es de su competencia», precisa el comunicado oficial.

Interrogado por el periodista sobre las complejas relaciones entre la iglesia católica y los socialistas españoles, Pedro Sánchez elogió al pontífice argentino.

«Es un papa carismático», dijo.

«Le cuento una cosa: en el asunto del cuerpo de Franco me ha ayudado», añadió Sánchez.

Según el presidente del Gobierno español, el pontífice ejerció un papel importante con la comunidad benedictina.

«En el Valle de los Caídos había una comunidad de benedictinos muy contraria a la exhumación. He pedido la intervención del Vaticano. Y todo se ha resuelto», aseguró al Corriere della Sera.

Sánchez no aclaró el carácter de la intervención del papa para lograr la exhumación.

El líder socialista hizo del traslado del cadáver de Franco una de sus prioridades al llegar al poder en junio de 2018, pero la medida se retrasó por la batalla judicial lanzada por los siete nietos del dictador.

«Un dictador no merece un mausoleo, y sus víctimas no pueden descansar a su lado. He actuado de forma legal, aplicando la Ley de la Memoria Histórica de Zapatero, y con un amplio consenso popular», explicó Sánchez al diario italiano.

Por su parte el Vaticano ha defendido siempre que la decisión de exhumar al dictador concernía «a la familia, al Gobierno español y a la Iglesia local».