La llegada de un hijo a la adolescencia supone un gran cambio para toda la familia. El joven llega a una etapa de su vida realmente importante ya que empieza a forjar su personalidad. Por su parte, el resto de la familia como padres o hermanos deberán apoyarlo tanto en los buenos como en los malos momentos.
Señala Sergio Gallego en el portal madreshoy.com. que en el caso de los padres, la adolescencia supone un auténtico reto para ellos ya que la educación en esta etapa de la vida no es nada fácil. Dentro de dicha etapa de la vida, los adolescentes quieren ante todo que sus padres entiendan una serie de cosas.
Confianza en ellos
La confianza en un hijo es clave a la hora de unir más los lazos afectivos además de potenciar su autoestima. Al llegar a la etapa de la adolescencia, dicha confianza puede debilitarse ya que las salidas son más habituales y el tema de los amigos y parejas provocan serias dudas en los padres. Hay que seguir confiando en ellos ya que de esta manera la crianza será mucho más fácil.
Fuera comparaciones
Muchos padres cometen el gran error de comparar a sus hijos con ellos mismos o con otras personas. Las comparaciones nunca son buenas y en la adolescencia las mismas pueden provocar serios conflictos en la familia. Desde la niñez, los padres deben apoyar en todo lo posible a su hijo para que al llegar a la adolescencia se sientan mentalmente fuertes y poder enfrentarse sin problemas a los cambios que les va a deparar la vida. Los adolescentes necesitan encontrar su propio camino y formarse de esta manera como personas adultas. Las comparaciones continuas de los padres llegan a mermar la autoestima de los hijos.
Escucha a tus hijos
La comunicación es clave en cualquier familia y hay que saber hablar y escuchar al joven. En muchas ocasiones los adolescentes no tienen la oportunidad de ser escuchados y no poder expresar en ningún momento lo que sienten y piensan. El respeto entre ambas partes debe de estar presente en todo momento. El conversar mutuamente, ayudará a tu hijo el sentirse comprendido y saber que puede contar con unos padres con los que puede contar para todo.
Pasar más tiempo con ellos
Los jóvenes deben empezar a ser autónomos e independientes pero ello no significa que los padres deban pasar de ellos. Es importante el pasar tiempo de calidad junto a los hijos ya que ello va a ayudar a fortalecer los lazos familiares y a mejorar la comunicación. Es verdad que los hijos al llegar una determinada edad, pasan mucho más tiempo junto a sus amigos y necesitan su espacio personal. Sin embargo hay tiempo para todo y la relación con los padres debe cuidarse y fomentarla.
Hay que interesarse por los gustos de los hijos
La adolescencia es una etapa de cambios en la que los jóvenes van experimentando continuamente hasta encontrar lo que quieren. En relación con los gustos y las aficiones, un día les puede gustar algo mucho y al día siguiente pasar de dicha afición. Los padres deben aceptar dichos gustos aunque en ocasiones no los compartan. Los jóvenes deben probar y probar hasta encontrar algo que vaya acorde con la personalidad que van formando. Aparte de aceptar tales gustos y aficiones, es aconsejable que los padres se interesen por dichas aficiones. Esto es algo que tu hijo va a agradecer enormemente. El respeto de los padres por los hobbies y aficiones es importante a la hora de que la relación entre ambos sea la mejor posible y no surja conflictos familiares de manera habitual.
La adolescencia es una etapa complicada para cualquier padre. Su hijo se vuelve mayor y va a experimentar numerosos cambios en su vida que le ayudarán a ser la persona adulta que será en un futuro. Los padres tienen una labor muy importante en ello y seguir una serie de pautas para que el joven consiga sobrellevar dicha parte de su vida de la mejor manera posible.