Bebes Mundo | Los óvulos juegan un papel fundamental en la fertilidad de la mujer, ya que sin ellos, la reproducción no sería posible. Los ovarios son los encargados de producir los óvulos a partir de la pubertad, cuando comienza a producirse la menstruación.
A partir de entonces, cada 28 días aproximadamente se desprende un óvulo que desde ese momento, permanece fértil durante las 24 horas posteriores, mientras se encuentra en las Trompas de Falopio.
Si el óvulo es fecundado por un espermatozoide mientras se encuentra en su periodo fértil, este se convierte en un cigoto, dando lugar así al embarazo.
Es decir, los óvulos son el origen de la vida, las células que produce el aparato reproductor femenino para que a lo largo de la edad reproductora de la mujer (al igual que en el resto de los mamíferos), sea posible que se produzca el embarazo y así el comienzo de una nueva vida.
Cómo son los óvulos
Al igual que otras muchas células del cuerpo humano, los óvulos tienen forma esférica y son de las células más grandes. El óvulo está cubierto por dos membranas muy importantes, la primera que es la que cubre el óvulo en sí, es la llamada membrana vitelina. Esta membrana contiene glucoproteínas, que son las que se encargan de unir las células sexuales. A su vez, está cubierta por otra membrana, formada en este caso por células foliculares.
Estas membranas que cubren el óvulo en sí, son fundamentales para que pueda producirse la fecundación. A su vez, protegen el interior del óvulo, que en su interior se encuentra el núcleo, que está cargado con la información genética de la mujer. Los óvulos u ovocitos, se desarrollan en el cuerpo femenino desde la etapa fetal, por lo que al nacer, una mujer ya cuenta con alrededor de 300.000 ovocitos en su cuerpo.
De todos ellos, tan solo entre 300 y 400 se terminarán de formar como óvulo a lo largo de toda la etapa reproductora de la mujer, a través de cada ovulación mensual. El resto, se irán expulsando a través de las diferentes ovulaciones que se irán produciendo en el tiempo, desde la primera menstruación hasta la llegada de la menopausia, momento en el que la mujer deja de ser fértil.
Problemas de fertilidad
Existen diversos problemas en óvulos que suelen estar causados por desequilibrios hormonales, como es el caso del síndrome del ovario poliquístico. La calidad de los óvulos también va mermando con la edad. Aunque es posible que un óvulo sea fertilizado en una edad madura, la probabilidad de sufrir complicaciones en el embarazo aumentan considerablemente.
Por lo qué, a partir de los 41 años, la probabilidad de quedar embarazada es menor. Además, el riesgo de sufrir un aborto involuntario o que el feto presente anomalías cromosómicas, se eleva hasta un 80 por ciento. Por lo tanto, aunque es posible tener un embarazo normal en edad madura, lo cierto es que el riesgo es mayor y es fundamental que el seguimiento médico sea aún más exigente, ya que sería considerado como un embarazo de alto riesgo.
Cuida tu fertilidad
Las personas en general y las mujeres en particular, tienen a pensar que la vida es larga y que hay tiempo para todo. Nunca se ve de cerca el fin de la juventud, y esto en algunas ocasiones, puede complicar en gran medida los planes de futuro. Tener un hijo es algo que se debe meditar, que se debe hacer desde el conocimiento y la responsabilidad que conlleva traer una nueva vida a este mundo.
Esto implica aspectos tan importantes como la salud del futuro bebé y la propia salud de la mujer. Aunque hoy en día la salud de las personas no es la misma que la de hace décadas y existen medios para controlar el embarazo desde el primer momento, el propio cuerpo humano tiene sus reglas. La ciencia avanza y cada vez existen más métodos de conseguir un embarazo en casos prácticamente imposibles, pero antes de llegar a esto, cuida tu fertilidad durante toda tu vida.
Escrito por Toñy Torres