Las líneas de cruceros italianos tienen todo listo para zarpar a mediados de agosto, con la esperanza de reactivar un sector clave para la economía de Italia duramente golpeada por la pandemia de Covid-19.
El grupo MSC Cruceros anunció el lunes que retoma operaciones a partir del 16 de agosto, con dos salidas desde el puerto de Génova (noroeste) y de Bari (sur).
La compañía es la mayor línea de cruceros internacional que reanuda sus travesías por el Mediterráneo, «un alivio para la economía italiana», comentó el primer ministro italiano Giuseppe Conte.
La decisión fue anunciada tres días después de que el gobierno autorizara por decreto reiniciar la temporada a partir del 15 de agosto.
Costa Cruceros (propiedad del grupo Carnival), la línea que compite con MSC Cruceros, por ahora no ha anunciado sus proyectos.
«Después de meses de encierro (…) la gente quiere viajar de nuevo», comentó a la AFP el portavoz de MSC, Michele Curatolo, quien asegura que la empresa ha recibido «muchas llamadas» para pedir información.
«Estamos preparados, hemos trabajado muy duro», aseguró el responsable de MSC Cruceros, Gianni Onorato, durante una rueda de prensa organizada para ilustrar los protocolos sanitarios a bordo debido al coronavirus.
Por su parte Costa Cruceros elaboró una guía de prevención para la reanudación de sus cruceros y han planificado dos salidas, el 15 de agosto desde Savona y el 16 de agosto desde Venecia, las cuales aún no han sido confirmadas.
Italia suspendió sus cruceros desde marzo, cuando estalló la epidemia del nuevo coronavirus en el norte del país.
El sector, que representa 14.500 millones de euros para Italia, garantiza unos 53.000 puestos de trabajo, según la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA).
Durante la pandemia, varios cruceros con pasajeros contagiados o con sospecha de estar infectados, permanecieron atracados por orden de las autoridades locales en los puertos de Japón, California, España e Italia entre otros.
Las naves son particularmente propicias para la propagación del virus, debido al espacio reducido y a una clientela bastante anciana y vulnerable.
Según la Universidad John Hopkins, más de 3.000 personas han sido contagiadas y 73 han muerto a bordo de 48 barcos, hasta el 11 de junio.
Las compañías aseguran que han fijado nuevos protocolos de salud: pruebas para los pasajeros y la tripulación, mediciones diarias de temperatura, distancia máxima durante las excursiones en tierra, servicio de mesa en lugar de bufés.