Varios buzos y surfistas en la playa de La Caleta, en Boca Chica, fueron picados por medusas que les provocaron lesiones en diferentes partes del cuerpo, por lo cual tuvieron que ser trasladados de urgencia a un centro de salud, algunos de ellos inconscientes.

A Diario Libre llegó una imagen del animal marino señalado como el que estuvo involucrado en la lesión de las personas que, de ser cierto, es una carabela portuguesa (Physalia physalis).



Aunque muchos la definen como una medusa, la carabela portuguesa lo es solo de apariencia. No es un solo animal. En realidad es una colonia de organismos que, en perfecta simbiosis, se divide el trabajo para flotar, detectar y capturar presas y para hacer la digestión.

El nombre de carabela hace alusión a la forma en que se desplazan en el océano. Poseen una especie de vela gelatinosa de hasta 30 centímetros llena de gas, que es empujada por el viento y las corrientes.



Debajo de esta especie de vela y el cuerpo se encuentran varios tentáculos que pueden alcanzar hasta 20 metros de largo, en donde se encuentran pequeñas cápsulas con veneno (nematocistos) y los utilizan para capturar a sus presas, paralizándolas con una potente toxina proteínica.

Las células urticantes en forma de clavos llamadas nematocistos, pueden penetrar en la piel de los humanos y dentro de ella se revientan provocando un gran dolor con consecuencias neurotóxicas, citotóxicas y cardiotóxicas, produciendo un dolor muy intenso y, en algunos casos documentados, la muerte.

Estos animales marinos habitan las aguas tropicales de todo el mundo y no se desplazan en grupos.

En caso de ver una carabela portuguesa lo mejor es alejarse rápidamente observando donde se encuentran los tentáculos y de tener contacto con ellos, lo primero que debe aplicarse es amoníaco o alcohol sobre la piel afectada y buscar atención médica para evitar complicaciones. Aun en áreas secas los tentáculos son capaces de inyectar la toxina