Estas son las nueve cosas, algunas recogidas de ‘Cosmopolitan’, que toda dama quiere conseguir en el dormitorio. Y si no lo haces tú, lo buscará en otro.
No es una muñeca hinchable
Hay muchos hombres que cometen el error de hacer el amor con la chica que tienen al lado sin mostrar pasión alguna. Les hacen sentir que son un simple agujero, una muñeca hinchable o un juguete. No están AHÍ con ELLA. Simplemente están rozándose con algo esperando a alcanzar el aquello . Y, amigos, no hay nada que corte más el rollo que eso.Un hombre, o mujer, tiene que hacer sentir a su compañera sentimental que la está sintiendo en todo momento. Del principio al final. No es un acto egoísta, es una cosa de dos.
No es NO
Si ella te dice que te pongas el preservativo, te lo pones. Si ella te dice que no quiere por donde no es, lo asumes y no insistes. Si ella te dice que ha cambiado de opinión y que ya no quiere hacerlo contigo, te fastidias. No es NO. Y no solo en la cama. No es una esclava, no tiene que hacer todo lo que dices si no le apetece. Es triste que tengamos que incidir en esto en el 2020 , pero aún hoy hay chicas que se ven inmersas en discusiones a media noche porque él se quita el condón e insiste en hacerlo sin protección, o que se sienten forzadas a realizar algo que en realidad no quieren. Volvemos a decirlo: la intimidad es una cosa de dos: tu opinión particular, si no coincide con la de tu amante, importa un comino.
Un tiro, mínimo
El acto no debería terminar solo cuando termina el masculino, especialmente si ella aún no ha tenido uno. Si vas a estar demasiado agotado después de llegar, asegúrate de que ella ya se haya ocupado de antemano. Un buen amante siempre espera a que ella alcance sea primero, como poco, intenta que coincidan en el tiempo. Si no eres de esos, sigue entrenando con tu mano y luego ya lo intentas con una mujer. De nada.
Que te comuniques
Aunque hay personas que odian que el compañero articule palabra alguna en la cama, no es una regla general y nunca está de más avisar al otro de cómo está yendo la cosa. Imaginemos que la mujer está realizándole algo al hombre: es de agradecer que él indique si le está gustando, si quiere más rápido, más o menos presión, si quiere acompañamiento de manos, etc. Lo mismo ocurre si a uno le apetece hacer una postura en particular: solo hay que abrir la boca y decirlo. Las mujeres son listas, amigo, pero no adivinas.
Juegos preliminares
Lo hemos dicho hasta la saciedad, pero sigues sin hacerlo. Mal. Aunque veas a tu compañera súper casi lista y con ganas de pasar a más, es importante que dediques unos minutos (¡¡¡unos minutos!!!) a su cuerpo. Como sabes, ellas tienen muchas más zonas erógenas que tú, y cuanto más las estimules antes de entrar donde quieres , mejor será su llegada y, por tanto, el tuyo. Crees que no tiene relación, pero haz la prueba. Párate en sus chinas, melones o jaguas, en su cuello, en su pelvis y en todo su cuerpo. Y luego, utilizas a tu amiguito.
Quítate los calcetines
Quizá pìenses que dejarte los calcetines en la cama te hace más sexy por el hecho de no tener los pies fríos o por ocultar tus uñas de orangután. Pero no, querido. Para las mujeres no es visualmente atractivo. Te hace parecer un niño pequeño, y ellas no asocian la infancia con la aquello de ninguna manera.
Innova
Es genial que hayas encontrado una postura en la que consigues que ella llegue a donde quiere o que conozcas qué preliminar no falla nunca para ponerla a tono. Pero no abuses, así solo consigues que el acto sea aburrido y rutinario. Ni siempre les gusta igual que les mordisqueen ni con acariciar su muslo interior encendemos la maquinaria. Hay que probar cosas nuevas para conseguir que la sorpresa forme parte de la excitación y, sobre todo, estar al tanto de sus expresiones para saber si la alternativa del día está funcionando correctamente.
Contacto posterminal
Una de las cosas que más frías deja a las mujeres, y que hacen que pierdan el interés en ti, es que tras el final no te manifiestes. Te metes en tu burbuja y ella siente como si no existiera. Error. Lo que debes hacer después de culminar con ella es… abrazarla. Ni más, ni menos. Sabemos que es un trabajo duro, pero solo se trata de arquear los brazos, acercarte y sentir a la persona con la que acabas de hacer eso tan bueno. Si lo hicieras, el placer de tu compañera aumentaría considerablemente. Lamentablemente, sobre todo para ellas, el 53% de los tíos no dan un abrazo ni al borde de coma etílico, según este informe.
Ama el pozo
Autoexplicativo. Tienes que bajar, sobre todo si quieres que ella lo haga.
Venga, ¡ánimo!