Con un peso de 126 kg y una dieta basada en comida chatarra (¡y hasta 4 litros de refresco diarios!), Kelly decidió cambiar su vida el día que regreso del hospital tras haber dado a luz a su tercer hijo.
Esa tarde, ya en casa, se subió a la báscula y, después de pesarse, se propuso perder algunos kilos y recuperar su salud de una vez por todas. Siendo madre de tres niños pequeños, Kelly no podía hacer un cambio radical e inmediato en su rutina diaria, así que opto por comenzar a realizar pequeñas modificaciones en su estilo de vida semana a semana.
En Genial.guru contaron cómo algunos pequeños cambios la ayudaron a perder 57 kg y a alcanzar un peso saludable en tan solo 14 meses.
Inició comiendo porciones más pequeñas y alimentos más saludables
En lugar de tachar de inmediato la comida chatarra de su dieta, Kelly comenzó a tomar mejores decisiones con respecto al tamaño de sus porciones. Por ejemplo, en lugar de pedir papas fritas medianas optaba por las chicas. Y gradualmente también comenzó a sustituir sus alimentos por opciones más saludables, eligiendo pollo a la plancha en lugar de frito, por ejemplo.
Retiró los refrescos de su dieta y comenzó a cocinar en casa
Kelly se despidió de los refrescos y los reemplazó por jugos, los cuales, con el tiempo, logró sustituir por agua mineral. Poco después eliminó la comida rápida de su dieta y comenzó a cocinar en casa en lugar de pedir alimentos a domicilio. Esos pequeños cambios le permitieron adaptarse poco a poco a un nuevo estilo de vida.
Comenzó a caminar durante al menos 15 minutos al día. Además, su familia jugó un papel importante en el proceso
Al inicio, su rutina de ejercicios consistía en caminatas cortas junto con sus hijos alrededor del parque y ejercicios sencillos que podía realizar en casa con videos de YouTube. Poco a poco comenzó a hacer caminatas más largas mientras cargaba a su hijo (quien tenía 3 años en aquel entonces) y a su bebé al mismo tiempo, hasta llegar al punto de caminar 20 km en 4 horas.
Después de 6 meses comenzó a tomar clases de boot camp
Para entonces, Kelly ya había perdido 48 kg, y decidió que era hora de enlistarse en el gimnasio. Comenzó a tomar clases de boot camp, donde la mayor parte del tiempo completaba hasta dos sesiones. Esto la ayudó a perder 9 kg más.
Finalmente se certificó como instructora profesional
Su gusto por el boot camp fue tal que decidió certificarse como instructora profesional. Además, Kelly reveló que todos los días se debe elegir de manera consciente los alimentos y el tamaño de las porciones. El truco para perder peso es comenzar a hacer cambios graduales a largo plazo, enfocándose en las pequeñas victorias a lo largo del proceso.
¿Qué te pareció el método de Kelly para bajar de peso? ¿Conoces otras historias de éxito tan inspiradoras como esta? Cuéntanos en los comentarios.
