El presidente peruano, Martín Vizcarra, está en aprietos por unos polémicos audios que motivaron una moción de destitución en su contra. La difusión de grabaciones y videos comprometedores ha marcado la caída de gobernantes peruanos en las últimas dos décadas.

Alberto Fujimori (1990-2000) y Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018) perdieron sus puestos cuando unos videos mostraron cómo sus allegados maniobraron con sobornos y componendas para mantenerse en el poder.



Fujimori terminó así sus 10 años en la presidencia tras pacificar Perú frente a las guerrillas de Sendero Luminoso y del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), y echar las bases para un crecimiento económico sostenido.



Su mandato fue criticado por la deriva autoritaria de su gobierno, que incluyó la disolución del Congreso en 1992, la intervención del sistema judicial y los reiterados ataques a los medios de comunicación independientes.

Pero su suerte quedó sellada cuando el hombre fuerte en la sombra, su asesor de inteligencia Vladimiro Montesinos, apareció en unos videos sobornando a legisladores, empresarios y responsables de medios de comunicación a cambio de apoyo.

Montesinos grababa a escondidas estos videos, que fueron filtrados a los medios por miembros del propio aparato de inteligencia fujimorista.

Esto provocó que Montesinos, y poco tiempo después Fujimori, huyeran del país en 2000. Aunque el presidente envió su renuncia por fax desde Japón, el Congreso la rechazó y lo destituyó por «incapacidad moral permanente».

Posteriormente Fujimori y Montesinos fueron devueltos a Perú y detenidos para enfrentar juicios por corrupción, narcotráfico y la actuación de escuadrones de la muerte durante la lucha antiterrorista.

 

– El caso PPK –

 

Pedro Pablo Kuczynski, conocido popularmente como PPK, renunció el 21 de marzo de 2018, en la víspera de un segundo juicio político en el Congreso dominado por el fujimorismo, luego de que se divulgara un video donde sus aliados negociaban con legisladores fujimoristas votos a cambio de favores políticos.

Exbanquero de Wall Street, Kuczynski había superado un primer intento de destitución el 21 de diciembre de 2017 cuando el ala fujimorista liderada por Kenji Fujimori, benjamín del expresidente, se abstuvo sorpresivamente de apoyar su salida del poder.

A Kuczynski, al que sucedió su vicepresidente Martín Vizcarra, lo lastró un largo enfrentamiento con el Congreso que lideraba el partido Fuerza Popular, dirigido por Keiko Fujimori, hija mayor del expresidente y rival de su hermano Kenji.

Keiko había perdido en segunda vuelta por un pequeño margen las elecciones presidenciales de 2016 y no descansó hasta ver defenestrado a Kuczynski.

En el comprometedor video que selló la suerte de Kuczynski aparecía Kenji ofreciendo favores a nombre del presidente. Fue grabado con un reloj dotado de una cámara por el legislador fujimorista Moisés Mamani.

Este escándalo le costó además a Kenji su banca en el Congreso, pero a sus adversarios no les fue mejor: Keiko pasaría varios meses en prisión por el escándalo de la constructora brasileña Odebrecht y su partido perdería la mayoría parlamentaria y ahora es una fuerza minoritaria.

En tanto Mamani fue suspendido del Congreso poco tiempo después, acusado de haber manoseado a una azafata al abordar un vuelo doméstico, y murió tras contraer el coronavirus, el pasado 14 de agosto.