Con un espectacular triple sobre la bocina de Anthony Davis, Los Angeles Lakers derrotaron anoche por 105 a 103 a los Denver Nuggets y se colocaron 2-0 en ventaja en la final de la Conferencia Oeste de la NBA.
En una de sus habituales remontadas en estos playoffs, los Nuggets se habían repuesto de una desventaja de 16 puntos (70-54) hasta colocarse por delante 103-102, después de 12 puntos consecutivos del pívot serbio Nikola Jokic.
Pero con solo 2,1 segundos para el final, el veterano Rajon Rondo sacó de fondo y le entregó la última pelota al pívot Anthony Davis para que, defendido por Jokic, clavara el triple de la victoria, culminando una extraordinaria actuación de 31 puntos, 2 triples, 9 rebotes y 2 tapones.
«La gente habla de que nunca antes había estado en este momento, de la presión. Estoy listo para esto», subrayó Davis. «Quiero lanzar estos tiros. Es parte de mi legado. Quiero las grandes jugadas (…) Es para esto que me trajeron, para hacer grandes jugadas».
A sus 27 años, y después de siete temporadas con los New Orleans Pelicans, Davis está disputando su primera final de conferencia con el uniforme de los Lakers, equipo al que pidió unirse para pelear por el anillo junto a LeBron James.
Esta semana Davis fue incluido, junto a James, en el mejor quinteto de la temporada, después de promediar 26,1 puntos, 9,3 rebotes, 1,5 robos y 2,3 tapones por partido.
Este domingo ‘King James’ terminó con 26 puntos, 11 rebotes y 4 asistencias para los Lakers, dominando el juego en la primera parte pero cometiendo muchos errores en la segunda, registrando un total de seis pérdidas de balón.
«Definitivamente pensaba que la pelota me llegaría a mí», dijo James sobre la estrategia de la jugada final. Pero «Rajon (Rondo) hizo la lectura correcta».
Davis «es diferente, es así de simple (…) Probó que es uno de los mejores jugadores del mundo».
Por los Nuggets, Jokic anotó 30 puntos, capturó 6 rebotes y repartió 9 asistencias mientras la otra figura, Jamal Murray, anotó 25 puntos con 4 asistencias.
Con esta victoria en el último suspiro, los Lakers evitaron repetir los errores de sus vecinos Clippers, que fueron eliminados sorprendentemente por los Nuggets en la ronda anterior después de dominar la serie por 3-1 y caer en tres partidos consecutivos en los que desperdiciaron grandes ventajas de puntos.
– «No hay victorias morales» –
Tras una amplia victoria en el estreno el viernes, LeBron James salió decidido a mantener el control de la eliminatoria desde el inicio con 12 puntos consecutivos, incluidos dos triples.
James llevaba ya 20 puntos cuando se llegó al descanso con los Lakers dominando por 10 puntos (60-50). Jokic y Murray trataban de no quedarse demasiado atrás en el marcador, apoyados por el novato Michael Porter Jr., que anotó 10 de sus 15 puntos en la primera mitad.
Los Lakers pisaron el acelerador en el tercer cuarto y llegaron a colocarse con ventajas de hasta 16 puntos pero los Nuggets, adictos a las remontadas, no arrojaron la toalla y llegaron al último cuarto con una desventaja de solo 4 puntos (82-78).
Con una espectacular racha de 12 puntos seguidos de Jokic en los últimos cinco minutos, los Nuggets llegaron a ponerse 103-102 por encima a falta de 20 segundos.
Con la última posesión para los Lakers, Danny Green fue taponado por Jamal Murray pero la pelota salió de fondo con dos segundos por jugar, en los que Rondo encontró a Davis para el triple ganador.
«Ellos tienen dos grandes jugadores», admitió Jokic. «LeBron, probablemente el mejor jugador de la liga, y Davis, quizás el mejor anotador. Nosotros solo podemos ponérselo más difícil, más incómodo».
«Pusimos el esfuerzo, la lucha. Perdimos el partido pero jugamos bien la mayoría del juego», recalcó. «Debemos tener la cabeza alta y mirar al siguiente».
«Esto es la final de la Conferencia Oeste. No hay victorias morales, no hay medallas de plata», subrayó el técnico de los Nuggets, Mike Malone.
El tercer partido de la serie se disputará el martes en la cancha sin espectadores de Disney World (Orlando).
La otra final de conferencia, del Este, regresará el miércoles con el cuarto partido entre los Boston Celtics y los Miami Heat, que dominan la serie por 2-1.