China relajó las condiciones de entrada a los extranjeros con determinados permisos de residencia, un paso más hacia el retorno de los residentes varados fuera del país debido a la pandemia.

El coronavirus fue detectado por primera vez en la ciudad china de Wuhan (centro) a finales de 2019. Luego se extendió por todo el mundo.



A finales de marzo, China cerró sus fronteras a los extranjeros por temor a nuevas contaminaciones importadas, en un momento en que la epidemia estaba globalmente controlada en su territorio.

Con raras excepciones, los extranjeros que normalmente residían en China pero que estaban fuera del país en ese momento no pudieron regresar a suelo chino.



Sin embargo, en agosto se había permitido el regreso de nacionales de 36 países europeos con permisos de residencia válidos. Tenían sin embargo que obtener previamente un nuevo visado, expedido gratuitamente.

Ahora, los extranjeros con un permiso de residencia todavía válido «relacionado con una actividad profesional» pueden volver a China sin tener que solicitar nuevos visados, anunció el miércoles el ministerio de Exteriores chino.

La medida se aplica también a las personas que se benefician de la reunificación familiar. Los estudiantes no se ven afectados aparentemente por esta nueva relajación.

Por otra parte sigue en vigor la cuarentena de 14 días, que se llevará a cabo en un hotel, a la llegada a suelo chino.