Después de clasificarse para la décima final de la NBA de su carrera, LeBron James se felicitó el sábado de que Los Angeles Lakers hayan «vuelto donde pertenecen», pero recalcó que para él el trabajo no terminará hasta conquistar el campeonato.
«Para mí, personalmente, el trabajo no está terminado. Para nosotros, como franquicia, estoy extremadamente orgulloso de ser parte de ella y de que haya vuelto a donde pertenece, y eso es competir por campeonatos (…) Esto es para lo que vine», dijo James después de la victoria ante los Denver Nuggets (117-107) que les daba la clasificación para la gran final.
Después de ser el héroe del partido para su equipo, firmando un estratosférico triple-doble (38 puntos, 16 rebotes y 10 asistencias), James asistió sentado en la pista y con semblante serio a la ceremonia de entrega del trofeo de campeones de la Conferencia Oeste frente a las gradas vacías de la cancha de Disney World.
«Quería recuperar el aliento después de una dura serie ante uno de los equipos más respetables contra los que he jugado en unos playoffs», dijo James sobre ese momento.
El alero dijo que por su cabeza también pasaron los compañeros que van a disputar por primera vez unas finales, especialmente Anthony Davis, y sus próximos oponentes, que serán los Miami Heat o los Boston Celtics.
«Comencé a pensar también en mi viaje (por la NBA). Todo eso pasaba en mi cabeza cuando el confeti caía al suelo», señaló.
‘King James’ tuvo muy presente también a Kobe Bryant, el legendario exjugador de los Lakers fallecido a principios de año en un accidente de helicóptero, tras el que LeBron se comprometió a continuar su legado ganador en Los Ángeles.
«Cada vez que te pones el (uniforme) púrpura y oro, piensas en su legado y en lo que significó para esta franquicia durante más de 20 años», afirmó James.
«Nuestros juegos son diferentes pero en cuanto a nuestra mentalidad y el impulso por ser los mejores y por no perder (…) soy uno de los pocos que pueden entender la mentalidad con la que jugaba y su viaje desde el instituto a la NBA», dijo James, ganador de tres anillos (dos con Miami Heat y uno con Cleveland Cavaliers) y presente en nueve de las últimas 10 finales de la NBA.
El alero, que en diciembre cumplirá 36 años, lamentó que la edad y la experiencia no le hayan ayudado a disfrutar más de estos logros.
«Todo pasa tan rápido y mi mente está tan atrapada en el viaje que me cuesta apreciar lo que conseguimos», reconoció. «Así he sido siempre».