El entrenador de Los Angeles Clippers, Doc Rivers, abandonó este lunes el cargo tras el fracaso en los playoffs de la NBA, en los que sufrieron una humillante derrota en segunda ronda pese a ser uno de los máximos favoritos.
En un comunicado, la franquicia angelina dijo que la marcha de Rivers tras siete temporadas en su banquillo fue una «decisión mutua».
«Doc ha sido un excelente entrenador de los Clippers, un increíble embajador y un pilar de fuerza durante tiempos tumultuosos», dijo el dueño del equipo, Steve Ballmer. «Ganó muchos partidos y sentó las bases de esta franquicia».
El técnico, de 58 años, también mandó un mensaje de despedida a través de Twitter: «Gracias a la Nación Clipper por permitirme ser su entrenador y por todo el apoyo para ayudar a hacer una franquicia ganadora».
Rivers, quien ganó un anillo con los Boston Celtics en 2008, deja el mejor balance de un técnico de los Clippers con 356 victorias y 208 derrotas.
Su marcha, sin embargo, tiene un gusto muy amargo por no haber podido aprovechar el potencial de la poderosa plantilla que conformaron los Clippers este año, fichando a las superestrellas Kawhi Leonard y Paul George.
El equipo angelino ocupó la segunda posición de la Conferencia Oeste en la fase regular y se daba casi por hecho que enfrentarían a los Lakers, los primeros, por un puesto en las finales.
Pero tras derrotar a Dallas Mavericks por 4-1 en la primera ronda, los Clippers cayeron de forma sorprentende por 4-3 en las semifinales de la Conferencia Oeste ante los Denver Nuggets, ante los que desperdiciaron una ventaja de 3-1 en la serie.
«Aunque fue un decepcionante final para nuestra temporada, están ahí cerca y yo sé lo que este equipo es capaz de conseguir con su apoyo», dijo Rivers a los aficionados, que esperaban que este año su equipo dejara por fin de estar a la sombra de los glamorosos Lakers.
Pero los Clippers no pudieron romper su maleficio en los playoffs de Disney World (Orlando) y volvieron a caer a las puertas de las finales de la Conferencia Oeste, que nunca han alcanzado en su medio siglo de historia.
De acuerdo con ESPN, Rivers tenía dos años más de contrato y entre los principales candidatos a sustituirle están su actual asistente Ty Lue, ganador de un anillo con los Cleveland Cavaliers de LeBron James en 2016, y el veterano Jeff Van Gundy, exentrenador de los New York Knicks y Houston Rockets y que lleva fuera de los banquillos desde 2007.
«Tengo mucha confianza en nuestra dirección y en nuestros jugadores. Encontraremos el entrenador adecuado para que nos guíe y nos ayude a alcanzar nuestros objetivos finales», dijo Ballmer.
– Líos en la «burbuja» –
Con Doc Rivers al frente, los Clippers clasificaron a los playoffs en seis de las siete temporadas, con otras dos derrotas en segunda ronda.
La eliminación en la 2014-2015 generó también una gran frustración ya que desperdiciaron otra ventaja de 3-1 ante los Houston Rockets con un equipo que contaba con Chris Paul, Blake Griffin y DeAndre Jordan.
Tras la salida de estas tres figuras, los Clippers se reconstruyeron y hace un año asombraron a la NBA reclutando de golpe a Kawhi Leonard, que acababa de ganar su segundo anillo de la NBA con los Toronto Raptors, y Paul George.
El traslado de los playoffs a Disney World parecía también una ventaja para los Clippers, ya que arrebataba la ventaja de campo a los Lakers en el caso de que se llegaran a enfrentar.
Sin embargo, los dos meses de estancia en Disney World estuvieron plagados de incidentes. Primero, varios jugadores llegaron con retraso por sufrir contagios de coronavirus y posteriormente Montrezl Harrell, Lou Williams y Patrick Beverley, tres piezas clave, abandonaron temporalmente la «burbuja» por asuntos personales.
A uno de ellos, Lou Williams, se le impuso a su regreso 10 días de confinamiento por haber visitado un club de ‘striptease’ durante su ausencia.
Los Clippers arrancaron con fuerza la semifinal del Oeste colocándose 3-1 ante los Nuggets pero en los siguientes juegos desperdiciaron grandes ventajas y se vinieron definitivamente abajo en el último partido, en el que cayeron 104-89.
La magnitud de la debacle devolvió la incertidumbre a la franquicia, pero los temores se centraban más en el futuro de Leonard y George, que solo tienen una temporada más de contrato, que en la continuidad de Rivers.
«Cuando asumí este trabajo, mis objetivos eran hacer de de este un programa de básquetbol ganador, un destino para agentes libres y traer un campeonato a esta organización», dijo Rivers en su despedida. «Aunque pude cumplir la mayoría de estos objetivos, no podré verlos todos terminados».