Pese a que su especialidad, es la cirugía plástica, reconstructiva y estética, la doctora Tania Medina, persigue que las personas que se acerquen a ella en busca de modificar algo en su cuerpo, se acepten y amen tal cual son.
“Deben entender que somos seres perfectamente imperfectos, que papá Dios nos hizo únicos”, subrayó la especialista.
En ese sentido, Medina insistió que cree en la belleza integral, por eso entiende que antes de acudir a un cirujano plástico, las personas deben trabajarse por dentro para externar esa belleza y que si finalmente sigue existiendo algo que no les gusta, modificarlo. Es por eso que primero trabaja la autoestima.
“También debemos hacernos cargo de esas cositas que nos disgustan como un chichito, o piel flácida después de tener un bebé, eso es amor propio, que lleva a la autoconfianza, al empoderamiento y a la belleza integral (la armonía entre cómo te sientes y cómo te ves)”, explicó la cirujana en una nota de prensa.
Sin embargo, la también llamada “doctora de la motivación” lamenta que las personas se enfoquen en las simplezas que les disgustan de su cuerpo y se olviden de las otras tantas partes bellas que poseen. Subraya que la belleza es relativa y es por esta razón que ha tenido que hacer que algunos de sus pacientes tomen conciencia con los excesos de cirugías y los refiere a salud mental debido a que existe el trastorno conocido como síndrome dismórfico corporal (TDC), que hace que las personas se vean diferente a lo que son frente al espejo.
Aunque parezca paradójico, la cirujana plástica llamó que antes de someterse a una cirugía estética conozcan lo que hay en su interior porque la verdadera realidad “es lo que tú te dices a ti mismo al mirarte frente a un espejo”. Asegura que partir de que las personas crean lo importante y valiosa que son, habrá un gran crecimiento a lo interior.