Santo Domingo, RD.- El ex administrador de la Termoeléctrica Punta Catalina, Jaime Aristy Escuder, afirmó que esa generadora desde el pasado mayo ha estado suministrando energía de forma estable en el 30 por ciento de la demanda de electricidad y es normal que una maquinaria sofisticada como esa, en el primer año de funcionamiento, se le someta a procesos de ajustes técnicos.
“No es cierto lo que se dice desde el gobierno que la planta opera con fallas” dijo Aristy Escuder a los conductores del programa El Despertador, reiterando que la salida de la termoeléctrica en estos días estaba en programación y que eso se les informó a las actuales autoridades en la transición.
Rechaza el término de “fallas graves” con la que el actual administrador de Punta Catalina ha querido calificar la pausa en la operación de la generadora para aplicar las operaciones de mantenimiento al primer año de operación.
En su intervención Jaime Aristy Escuder reiteró su denuncia de que desde el Gobierno se ha trazado la estrategia que busca vender a precio de “vaca muerta” la Central Termoeléctrica.
Para avalar su denuncia puso de ejemplo el supuesto equivocado término de fallas graves y la afirmación del Ministro de La Presidencia, Lizandro Macarrulla, de que se recurrirá a la venta de activos del Gobierno.
“Si tu compras algo a precio de vaca muerta, el que está comprando gana dinero, y si lo vende a precio de vaca muerta es para beneficiar a alguien, ese es el punto”, dijo Aristy Escuder que el Partido de la Liberación Dominicana reseñó en un despacho de prensa de la Secretaría de Comunicaciones.
El economista advierte una contradicción en declaraciones del ministro de la Presidencia, Lisandro Macarrulla y el Presidente Luis Abinader, cuando anuncia que el Gobierno se propone vender al sector privado algunas empresas públicas, además de vender acciones de la Central Termoeléctrica Punta Catalina, lo que había negado el jefe del Estado.
En su entrevista Jaime Aristy Escuder fue reiterativo en denunciar que las actuales autoridades pretenden despreciar el valor real de la termoeléctrica para venderla «a precio de vaca muerta», que es la verdadera razón de la salida del servicio de la unidad uno argumentando fallas técnicas supuestamente graves