Por Katherine A. Taveras: Emprender es la capacidad de concebir ideas, negocios o proyectos capaces de generar algún tipo de actividad económica o social. Estas ideas no se materializan en ¨4 horas diarias desde tu casa¨ cómo prometen muchos pseudo comerciantes. Emprender es una meta que requiere de esfuerzos, tiempo, dedicación y pasión para intentar sacar el mejor provecho posible.
Ser emprendedor te da muchas responsabilidades, tantas que tampoco se logran cumplir en el tradicional horario de oficina. Sin embargo, ¿Significa esto que quien no emprende y se emplea está en mejores condiciones? Veamos…
Un empleado debe regularmente estar en pie a las 06:00 Am para dirigirse a su oficina. Luego de atravesar por los largos tapones y actualmente exponerse a multitudes en transporte público, llega a tomar decisiones importantes sobre presupuestos, compras y contrataciones, planificación de mercado, estados contables, higiene y salud, leyes y normativas, todo esto bajo la presión que implica ejecutar iniciativas que afectan los intereses económicos de los dueños, y como sabrán nada más comprometedor que manejar el dinero de otros.
La mayoría de veces estos empleados hacen malabares entre horario laboral, colegio de los hijos y su propia educación continua, ejerciendo acciones en pro del bienestar propio y en común con la sociedad a la que pertenecen. Es cierto que es una fortuna contar con el regular ¨08 a 05¨ como le llaman, sin embargo, ser empleado requiere de un tipo de responsabilidad especial que no todos estamos dispuestos a cumplir.
El punto es, ya sea que decidas emprender o dedicarte profesionalmente a la vida de empleado, recuerda ser empático con quienes han tomado decisiones diferentes a las tuyas. Que otros tengan otras elecciones, otras decisiones y otros estilos de vida no necesariamente significa que tengan todo controlado. Tampoco que la tengan más fácil.
Cada decisión en la vida tiene elementos de valor y elementos que perjudican. Emprender empodera, pero maximiza los esfuerzos. Emplearse (a veces) modera los horarios de trabajo, pero limita otros aspectos de tu entorno. Seamos empáticos, respetuosos y compartamos las experiencias afortunadas que nos brinda cada cosa. ¿Eres emprendedor? Eso no está mal, ¿Eres empleado? Eso tampoco está mal.