Liván Hernández
El ex pitcher de Grandes Ligas Liván Hernández se declaró en bancarrota en Florida, argumentando deudas de hasta un millón de dólares.
Ronaldinho Gaúcho
Ronaldinho fue, en 2006, el futbolista que más dinero ganó, con cerca de 24 millones de euros. Entre sus negocios y su carrera, el patrimonio del brasileño pudo llegar a los 100 millones de dólares. A pesar de ello, confesó tener solo 40 euros en la cuenta para, después, terminar en una cárcel de Paraguay por intentar entrar al país con un pasaporte falso.
Allen Iverson
Uno de los casos más paradigmáticos de lo que fue la NBA hasta hace poco. Allen Iverson, MVP de 2001 y uno de los mejores anotadores de la historia, ganó 154 millones de dólares, más otro tanto en patrocinadores. Ahora, su lista de gastos es tan extravagante como extensa: 800.000 dólares en una joyería de Philadelphia, 4,5 millones por el embargo de una casa, trajes a medida que solo usaba una vez. Se retiró en 2010 y en 2012 ya tenía problemas
financieros.
Mike Tyson
Uno de los mejores deportistas de todos los tiempos llegó a acumular una fortuna de 400 millones de dólares. ¿Cómo se gasta tanto dinero en una sola vida? Con un divorcio, propiedades de súper lujo, joyas, ropa, abogados y, sobre todo, varios tigres de bengala.
Evander Holyfield
Ni más ni menos que 250 millones de dólares ganó en toda su carrera. Todo fue dilapidado por el mítico boxeador en coches de lujo, fiestas privadas y la manutención de sus 11 hijos. Tampoco ayudó que se hiciera una casa con 109 habitaciones, 17 baños, un cine y una piscina olímpica. Tuvo que volver a los rings para recuperarse económicamente. A día de hoy, es el rey de las parrillas en Estados Unidos.
Dennis Rodman
El Gusano era la tercera pata de los Chicago Bulls de los seis anillos. Rodman era especial en la pista, pero lo era más fuera de ellas. Su carisma le llevó a ganar más dinero con patrocinadores que por contrato, aún así, acabó debiendo más de 800.000 dólares de manutención. Para recuperarse económicamente, ha acabado convertido en personaje de reality o haciendo negocios con Kim Jong Un en Corea del Norte.
O.J. Simpson
Fue el primer deportista mediático a nivel global y uno de los más grandes jugadores de NFL. Su patrimonio estimado era de 11 millones de dólares, cuando fue juzgado por el asesinato de su ex esposa, Nicole Brown, y su pareja, Ron Goldman. Fue absuelto de los cargos de asesinato pero condenado en una demanda civil que le obligó a pagar 33,5 millones de dólares a los Goldman. A día de hoy, está en la cárcel, por otros delitos no relacionados con éste. Lleva años en bancarrota.
Scottie Pippen
El escudero de armas de Michael Jordan en los legendarios Chicago Bull de los seis anilos, ha reconocido haber perdido más de 120 millones de dólares en negocios fallidos. Aviones, restauración y un complejo de lujo que fracasó, le costaron la bancarrota. Acabó jugando en Finlandia para recuperarse a nivel económico, ya con 42 años.
Diego Armando Maradona
Maradona era el genio del fútbol. Diego, un tipo con muchos fallos. Quizás demasiados. El héroe del Mundial de Fútbol de 1986 para Argentina, siempre fue muy aficionado a los excesos, la fiesta y la noche. Ahora, a nivel económico fue la Agencia Tributaria italiana la que le dio el mayor golpe, con los 54 millones de euros que le reclamó de impuestos atrasados.Tuvo que declararse en bancarrota en 2009.
Marion Jones
Fue la reina de la velocidad en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000, donde ganó tres medallas de oro y dos bronces. Su sonrisa y sus marcas eran subastadas por firmas de todo el mundo pero todo cambió cuando dio positivo en un control antidopaje. Gastó toda su fortuna en pagar multas y abogados, incluso tuvo que vender sus pertenencias, entre ellas, la casa de su madre.
George Best
El mejor jugador de fútbol de la historia de Irlanda lo tenía todo: fama, calidad y dinero. Pero le faltó cabeza para gestionar la combinación. Leyenda del Manchester United, dejó varias frases para la historia como su “gasté mucho dinero en coches, mujeres y alcohol. El resto lo malgasté”. Falleció en noviembre de 2005, dejando otra frase para sus fans: “No muráis como yo”.
Boris Becker
Leyenda viva del tenis, ganó tres Wimbledon y llegó a ser número uno del mundo. A pesar de amasar una fortuna de 126 millones de dólares, se declaró en bancarrota en 2017, con una deuda no cifrada pero de muchos ceros con Arbuthnot Latham & Co.