El café es una de las bebidas más importantes en la cultura dominicana, aunque su preparación contiene un único ingrediente, esta ha ido cambiando en las distintas familias, las cuales le han añadido especias dulces, creando con esto sellos particulares en cada mesa.
Canela, clavos de olor, malagueta e incluso mezclado con leche son la perfecta combinación para degustar una taza de café sin importar la hora que sea.
Señala la periodista Edith Báez en su reportaje para el periódico ElCaribe que es por esto que apegado a la tradición del también conocido “Oro negro de la gastronomía”, Amaury Moreno crea ColaMo Café, un proyecto que busca preservar los orígenes de su elaboración.
Además de resaltar las propiedades nutritivas que en ocasiones se pierden por involucrar la tecnología en nuestra cocina.
Amante del turismo interno, del café y de su familia, este joven nativo de Bayaguana, emigró a Santo Domingo, junto a sus padres, para hacer realidad sus sueños.
El emprendedor, actualmente es diseñador gráfico, creador de contenidos para importantes portales web del país incluyendo este medio ensegundos.do, un hombre dedicado a su familia, y un luchador cuando se trata de plasmar sus ideas.
Antes de describir cómo surgió la idea de las coladoras tradicionales, quiero que conozcas sus orígenes. Amaury viene de una familia de escasos recursos y durante su niñez vivió en condiciones precarias, pero a pesar de esto, recuerda con amor sus orígenes, porque gracias a ellos se dedicó a aprender todo tipo de oficios, incluida la ebanistería.
“Fui criado por Doña Chencha, ella me enseñó que trabajando es que se ganan las cosas. Recuerdo que cuando pequeño, estuve en casi todos los talleres que se impartían por mi casa, cursé ebanistería, mecánica, tapicería, desabolladora y pintura, para mí lo importante era aprender algo, estoy seguro de que esto me ayudó a despertar la chispa creativa que tengo hoy en día”, expresó a elCaribe.
Aunque siempre ha contado con el apoyo de sus seres queridos, indicó que al iniciar este negocio, algunos de sus familiares no entendían las ideas que tenía en mente, pero que a medida que fue desarrollando y plasmando sus pensamientos, poco a poco, fueron creyendo en el proyecto.
A pesar de que inició solo, gracias a la magia del café, conoció a su pareja, que le ha servido de sostén en el proyecto. “Ella también es loca con esta bebida y al igual que yo se ha entregado por completo a ColaMo”.
Manifiesta que sus ingresos no son malos pero que debido a su creatividad y a su mente despierta, siempre está pensando en nuevos proyectos y en cosas que puede hacer para poder ampliar su campo de trabajo. Dijo que es un ferviente creyente de que las personas deben emprender porque nadie sabe lo que el futuro le guarda.
La idea inicial de su producto comenzó a principios de este año cuando estaba en casa de una amiga costarricense que había traído una coladora de café desde su país y según cuenta Amaury, tenía mucho tiempo deseando una de esas para saborear “el verdadero café colao”, pero no pudo conseguirlas en RD, por lo que su búsqueda fue en vano.
“Recuerdo que me hice una foto con la coladora de mi amiga y la subí a las redes sociales, varias personas me preguntaban qué a dónde la había conseguido, que querían una para colar su cafecito y otros me escribieron para decirme que la deseaban para regalársela a un amigo que era loco con su café”.
Asegura que al ver la insistencia de sus conocidos, decidió empezar a venderlas y posteriormente les dio un toque personalizado con los dibujos típicos que plasma en ellas.
Define su producto como un sueño hecho realidad, ya que proyectan la forma tradicional y cultural de colar el café.
Sostuvo que decidió ponerle este nombre porque “cuando las personas dicen que van a colar café en realidad no cuelan café, van y buscan una greca y lo preparan, ya que cuando verdaderamente se cuela, es cuando se hace con un paño, media o tela”.
De igual forma, recalca que el nombre “ColaMo”, sin la “s” al final, es porque quería que el nombre de su emprendimiento tuviera algo único y es por ello que le colocó las iniciales de su apellido, que es Moreno.
Al ser un amante de la naturaleza, Amaury utiliza madera reciclada para ayudar al medio ambiente.
La calidez con la que han recibido esta innovadora propuesta, ha dejado sorprendido al emprendedor, ya que nunca pensó que a las personas les gustaba tanto la idea de tener cosas antiguas en sus hogares.
“Tengo en mente varios planes con mi empresa, planes que he puesto por etapas, y que con la ayuda de Dios no solamente serán las coladoras sino una marca reconocida por todos a nivel mundial”.
Luego de esta iniciativa, los ingresos mensuales de Amaury han mejorado mucho, dice que las ganancias de las coladoras lo han ayudado a cambiar los números de rojo a verde.
Exhortó a todos aquellos que quieran emprender, a no tener temor y a confiar en sus ideas. “No van a encontrar mayor gratificación que hacer algo que les guste y verlo crecer día a día”.
Todo con esfuerzo se logra, y este joven es testigo de ello. Aunque parezca imposible él entrega las coladoras en el metro, en motor, en guagua o caminando largas distancias.