El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, defendió el viernes la decisión de no continuar con programas de asistencia financiera de emergencia, luego que la Reserva Federal (Fed, banco central) pidiera extenderlos para reanimar la economía, gravemente afectada por la pandemia de covid-19.

El Congreso fue «muy claro» en su intención de que los programas expiren a finales de diciembre, dijo Mnuchin a la cadena CNBC, y argumentó que los mercados financieros se han estabilizado significativamente.



Sin embargo, esta postura fue duramente criticada por los demócratas del Congreso y por un importante grupo empresarial, que cuestionan al gobierno por refrenar a la Fed a pocas semanas de la toma de posesión del presidente electo, el demócrata Joe Biden.

Algunos legisladores acusan incluso al gobierno del presidente Donald Trump -quien no ha aceptado su derrota ante Biden- de sabotear deliberadamente la economía.



Los planes de asistencia financiera fueron implementados en la primavera boreal, en pleno pico de pandemia, para asegurar la liquidez en medio de la volatilidad de los mercados financieros.

Mnuchin notificó el jueves al presidente de la Fed, Jerome Powell, que los programas para el mercado de créditos corporativos, así como los de préstamos a pequeñas y medianas empresas, no se extenderían más allá de fines de 2020.

Además pidió a la Fed devolver 445.000 millones de fondos para el programa que no fueron utilizados.

Minutos después, la Fed dijo que «preferiría que los beneficios establecidos durante la pandemia de coronavirus se mantengan para sostener la aún fatigada y vulnerable economía» de Estados Unidos, el país más enlutado del mundo, con más de 11,7 millones de contagios y más de 252.000 muertos.

Pero este viernes, Mnuchin volvió a la carga y pidió reasignar los fondos a pequeñas empresas y otros sectores que han sufrido un golpe devastador por el coronavirus.

«Necesitamos que el Congreso reasigne esos fondos. Podríamos dar una respuesta fiscal inmediata de 500.000 millones de dólares que no le costará dinero a los contribuyentes», dijo a la CNBC.

Mnuchin respondió en forma elusiva cuando se le preguntó si la medida es una forma de atarle las manos al gobierno de Biden.

«Esto no es un tema político», dijo Mnuchin. «Esto es muy simple y realmente la cuestión es permitir reasignar 500.000 millones de dólares».

Pero el vicepresidente de la Cámara de Comercio, Neil Bradley, calificó la postura del Tesoro como una «sorpresa», argumentando que «ata las manos del gobierno entrante de manera prematura e innecesaria, y cierra la puerta a importantes opciones de liquidez para las empresas en el momento en que más las necesitan».