China estaba haciendo los últimos preparativos el lunes para el inminente envío de una sonda a la Luna para recoger rocas lunares, la primera operación de este tipo en más de 40 años.

El cohete «Larga Marcha 5» que propulsará la nave espacial está listo en la plataforma de lanzamiento del centro de lanzamiento espacial de Wenchang, en la isla tropical de Hainan (sur), informaron medios oficiales.



Según varios observadores, el lanzamiento podría tener lugar el martes por la mañana, hora local. China no suele anunciar una fecha u hora específica ya que considera la carrera espacial una cuestión sensible.

La misión Chang’e 5, llamada así por una diosa de la luna en la mitología china, es el siguiente paso en el ambicioso programa espacial de China, que logró a principios de 2019 aterrizar una nave espacial en el lado más alejado de la Luna, una primicia mundial.



La sonda que se enviará esta vez está diseñada para recoger polvo y rocas lunares, excavando el suelo a una profundidad de dos metros, y luego enviándolas de vuelta a la Tierra.

Estas muestras podrían ayudar a los científicos a entender mejor la historia de la Luna.

Se trata del primer intento de traer de vuelta rocas lunares desde 1976 y la misión Luna 24, no tripulada, que llevó a cabo con éxito la antigua Unión Soviética.

Se espera que la sonda china aterrice en la Luna a finales de noviembre. El regreso de las muestras a la Tierra debería tener lugar a principios o mediados de diciembre.

No es la primera vez que China lanza una nave espacial a la Luna.

Las misiones Chang’e 3 (en 2013) y Chang’e 4 (iniciada en 2018) ya lograron hacer aterrizar dos pequeños robots teledirigidos, los llamados «Conejos de Jade», en la Luna.

El gigante asiático está invirtiendo miles de millones en su programa espacial para equipararse con Europa, Rusia y Estados Unidos.

En 2003 envió a su primer astronauta al espacio, en 2022 espera ensamblar una gran estación espacial y también quiere enviar hombres a la Luna dentro de unos diez años.