Los deportistas millonarios que hoy en día están arruinados no dejan de ser tanto un ejemplo como una curiosidad. No en vano, hay muchos otros que siguen viviendo de las rentas décadas después de su retiro. Sin embargo, una pésima gestión de sus finanzas, un divorcio o los malos hábitos pueden provocar que una deuda se convierta en el inicio de una etapa oscura de la que no hayan podido salir. A continuación, repasamos la historia de los deportistas más conocidos que han terminado con sus finanzas en números rojos.
Ronaldinho Gaúcho
Ronaldinho fue, en 2006, el futbolista que más dinero ganó, con cerca de 24 millones de euros. Entre sus negocios y su carrera, el patrimonio del brasileño pudo llegar a los 100 millones de dólares. A pesar de ello, confesó tener solo 40 euros en la cuenta para, después, terminar en una cárcel de Paraguay por intentar entrar al país con un pasaporte falso.
Marion Jones
Fue la reina de la velocidad en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000, donde ganó tres medallas de oro y dos bronces. Su sonrisa y sus marcas eran subastadas por firmas de todo el mundo pero todo cambió cuando dio positivo en un control antidopaje. Gastó toda su fortuna en pagar multas y abogados, incluso tuvo que vender sus pertenencias, entre ellas, la casa de su madre.
George Best
El mejor jugador de fútbol de la historia de Irlanda lo tenía todo: fama, calidad y dinero. Pero le faltó cabeza para gestionar la combinación. Leyenda del Manchester United, dejó varias frases para la historia como su “gasté mucho dinero en coches, mujeres y alcohol. El resto lo malgasté”. Falleció en noviembre de 2005, dejando otra frase para sus fans: “No muráis como yo”.
Evander Holyfield
Ni más ni menos que 250 millones de dólares ganó en toda su carrera. Todo fue dilapidado por el mítico boxeador en coches de lujo, fiestas privadas y la manutención de sus 11 hijos. Tampoco ayudó que se hiciera una casa con 109 habitaciones, 17 baños, un cine y una piscina olímpica. Tuvo que volver a los rings para recuperarse económicamente. A día de hoy, es el rey de las parrillas en Estados Unidos.
Boris Becker
Leyenda viva del tenis, ganó tres Wimbledon y llegó a ser número uno del mundo. A pesar de amasar una fortuna de 126 millones de dólares,
Dennis Rodman
El Gusano era la tercera pata de los Chicago Bulls de los seis anillos. Rodman era especial en la pista, pero lo era más fuera de ellas. Su carisma le llevó a ganar más dinero con patrocinadores que por contrato, aún así, acabó debiendo más de 800.000 dólares de manutención. Para recuperarse económicamente, ha acabado convertido en personaje de reality o haciendo negocios con Kim Jong Un en Corea del Norte.
O.J. Simpson
Fue el primer deportista mediático a nivel global y uno de los más grandes jugadores de NFL. Su patrimonio estimado era de 11 millones de dólares, cuando fue juzgado por el asesinato de su ex esposa, Nicole Brown, y su pareja, Ron Goldman. Fue absuelto de los cargos de asesinato pero condenado en una demanda civil que le obligó a pagar 33,5 millones de dólares a los Goldman. A día de hoy, está en la cárcel, por otros delitos no relacionados con éste. Lleva años en bancarrota.
Paul Gascoigne
Quizás, el futbolista inglés con más talento de la historia contemporánea. Gazza nunca ha escondido donde se había gastado su dinero: coches, mujeres y alcohol. A día de hoy, ha perdido su fortuna pero está rehabilitado.
Antonie Walker
Elegido en el número 6 de la ronda del Draft de 1996, ya en su primer año confirmó que iba para estrella. No terminó de explotar pero en sus 12 temporadas sumó un anillo en Miami (2006) y 108 millones de dólares. Dos años después de retirarse, en 2010, se declaró en bancarrota. Su patrimonio se fue en coches, joyas, ayudas a familiares y malas inversiones. Un clásico.
Jack Johnson
Jack Johnson se declarón en bancarrota… ¡a los 23 años! Lo peor del asunto es que fueron sus padres, mediante un poder notarial, quienes gastaron los 18 millones que había acumulado en su carrera. Firmaron varios préstamos sobre las ganancias a futuro del jugador, para comprar coches, casas y viajes. El jugador, nacido en 1987, sigue en activo, aunque tuvo que afrontar varios juicios por lo ocurrido. Y no, no ha demandado a sus padres.
Kenny Anderson
Se retiró en 2005 y decidió no esperar más. Ese mismo año se declaró en bancarrota. Reconoció no haber ahorrado nada de los 63 millones de euros que había ganado, a lo que se sumaron las grandes cantidades que pasaba, mensualmente, por la manutención de sus hijos.
Leon Spinks
El hombre que ganó a Muhammad Ali tocó techo en 1978, cuando acumulaba unas ganancias de 4,5 millones de dólares. En poco más de 20 años ya se había gastado todo su patrimonio, estaba arruinado y sin hogar. Drogas variadas y muchos enfrentamientos con la ley le costaron su fortuna. Acabó trabajando de conserje.
Michael Vick
Fue encarcelado en 2007 por dejar que en su patio se celebraran peleas de perros. El quarterback de los Falcons de la NFL perdió así unos 140 millones de dólares y tuvo que declararse en bancarrota. Tras salir de la cárcel fichó en 2009 por los Philadelphia Eagles pero su contrato quedó lejos de ser el mejor de la historia, como sí fuera el anterior.
Sheryl Swoopes
Una de las mejores jugadoras de la WNBA acumuló en torno a 50 millones de dólares en su carrera. Fue cara reconocible de la competición y un referente para la competición. Y a pesar de ello, perdió todo su dinero. Las malas inversiones y su representante, según la propia jugadora, la llevaron a declarse en bancarrota en 2004.
Ray Rice
Campeón de la Super Bowl con los Baltimore Ravens en 2014, ese mismo año su vida cambió para siempre. TMZ filtró un vídeo en el que el jugador aparecía atacando a su prometida. Su equipo le apartó, mientras que la NFL le suspendió de forma indefinida. Aunque los cargos fueron retirados, Ray Rice decidió no volver a jugar en la NFL.
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