Stephanie Smith murió el 18 de noviembre, cinco días después de la fecha que ella y su prometido habían escogido para su boda. La joven tejana nunca llegó al altar pues se enfermó de coronavirus. Smith pasó el día que debería ser uno de los más felices de su vida en un hospital, rodeada de enfermeras. Un año antes, el amor de su vida le había pedido que fuera su esposa.

«Tenía una risa contagiosa, tan ruidosa y chistosa», dijo su madre Oralia Smith a NBC News. Smith comenzó a sentirse mal, al igual que su pareja, el 3 de noviembre. A los pocos días, empezó a encontrarle un sabor raro a la comida, aunque no perdió del todo su sentido del sabor o el olfato. Tras ir a su doctor y tomarse un medicamento que no la mejoró, fue hospitalizada. Smith fue dada de alta un lunes con un diagnóstico de neumonía y tras haber dado positivo a la COVID-19, reportó NBC News. El miércoles ya estaba de vuelta en el hospital después de que le bajaran los niveles de oxígeno.



Esa fue la última vez que su familia la vio con vida. «Le besamos y le dijimos que la veríamos y que ella estaría bien», recuerda su madre. Sus familiares recuerdan que al principio las enfermeras no pensaron que el estado de salud de Smith era tan grave. Smith compartió fotos en Facebook con sus enfermeras, a quienes les mostró su vestido de novia y les habló de su futura boda.

Su prometido Jamie Bassett, de 31 años, escribió en Facebook el 13 de noviembre: «Hoy debía haber sido el día de mi boda. Sin embargo, ahora Stephanie está en el hospital subiendo sus niveles de oxígeno y no la he visto en dos días». Unos días después la joven falleció sin poder estar cerca de sus seres queridos. Que en paz descanse.



Fuente: peopleenespanol.com