Argentina extenderá hasta el 31 de enero su fase de distanciamiento social para combatir el covid-19, con más de 1,5 millón de casos y más de 41.000 muertos, anunció este viernes el presidente, Alberto Fernández.
«Todos esos cuidados que tuvimos los tenemos que profundizar ahora», dijo al encabezar un acto de reconocimiento a la labor de los trabajadores comunitarios en medio de la pandemia del coronavirus.
La etapa de Distanciamiento Social Preventivo y Obligatorio (DISPO) rige desde el 9 de noviembre. Implica medidas como la obligación de mantener una distancia de dos metros con las otras personas y de utilizar un tapabocas en espacios compartidos. La fase previa, la de aislamiento, duró hasta ese día desde el 20 de marzo cuando el país entró en emergencia sanitaria.
Las estadísticas oficiales marcan 1.524.365 casos, con 41.534 fallecidos y 1.352.556 pacientes recuperados, en un país de 44 millones de habitantes, con elevada tasa de mortalidad.
«En breve empezaremos a vacunar a los trabajadores esenciales», aseguró Fernández. El gobierno ha firmado acuerdos para fabricar y recibir vacunas mientras negocia con otros laboratorios. En primer lugar se espera la llegada de rusa Sputnik V en pocos días.
El gobierno había lanzado en la última semana advertencias sobre el peligro de aumento de contagios, particularmente en las fiestas de Navidad y Año Nuevo, si se mantienen conductas de relajamiento de medidas sanitarias en la población.