Japón aplazó de nuevo el viernes su objetivo de alcanzar una proporción del 30% de mujeres en puestos de responsabilidad de aquí a finales de 2020, confirmando el retraso de la tercera economía mundial en materia de igualdad de género.

El gobierno del primer ministro Yoshihide Suga aprobó un nuevo plan quinquenal sobre la igualdad entre hombres y mujeres, que busca ahora alcanzar este objetivo «lo antes posible» durante los próximos diez años.



El gobierno estima que la proporción de mujeres en puestos de responsabilidad es de un 14,8%, «extremadamente rezagado a nivel mundial», reconoce en este nuevo plan, que debe aplicarse en abril de 2021.

El informe de 2019 sobre las desigualdades entre hombres y mujeres del Foro Económico Mundial situaba a Japón en el puesto 121 de su clasificación general de 153 países, y en la 131 posición para la proporción de mujeres en puestos de responsabilidad en las empresas, la política y la administración.



Este objetivo del 30%, no obstante, lleva mucho tiempo en la mira del archipiélago nipón, fijado por primera vez en 2003 por el gobierno del primer ministro de entonces, Junichiro Koizumi.

El ex primer ministro Shinzo Abe, que dimitió en septiembre, también había expresado su deseo de ver una sociedad donde «las mujeres brillen», como parte de su «Abenomics», una serie de medidas destinadas a revitalizar la economía en una sociedad envejecida.

El gobierno responsabiliza de la falta de avance en esta materia a una sociedad donde los roles tradiciones del hombre y de la mujer están profundamente arraigados, reconociendo que en la esfera política, las mujeres deben compaginar su carrera con las tareas domésticas, y son víctimas de acoso.

Los observadores esperan que el nuevo plan quinquenal mencione también la posibilidad para las mujeres de continuar utilizando su nombre de soltera tras el matrimonio.

La ley japonesa obliga actualmente a las parejas casadas a usar el mismo apellido, lo que significa que las mujeres deben cambiarlo.