Cuando cocinamos el arroz, creemos que es uno de los alimentos más fáciles de preparar, ya que solo se trata de arroz, agua y una pizca de sal según lo que dice la teoría, pero en la práctica es un poco diferente y más de uno lo ha comprobado.

Hoy te contaremos algunos errores comunes que dificultan preparar un buen arroz:



La medida correcta de agua teniendo en cuenta el número de personas

Una de las cosas más importantes para preparar un buen plato de arroz es tener mucho cuidado con la cantidad de agua que se pretende agregar a los granos secos. La técnica más común es poner dos partes de agua por una parte de arroz, pero suele duplicarse la cantidad dependiendo de la dosis de arroz.

Si el agua se evapora y el arroz necesita unos minutos más para estar listo, se puede agregar un poco más de agua, pero no más de media taza para no afectar la consistencia del alimento y terminar obteniendo un puré.



Cocinar a fuego fuerte todo el tiempo

Este es un error muy frecuente que muchos cometen a la hora de calentar el arroz. Lo ideal es que el líquido cueza durante todo el proceso, pero es mejor empezar con un fuego fuerte los primeros 5 minutos y luego bajar la intensidad para que se cocine a fuego medio.

La temperatura inicial del agua afecta la calidad de la cocción

Antes mencionamos que se puede agregar un poco de agua mientras el arroz se está cocinando para que quede bien cocido. Sin embargo, te recomendamos agregar siempre agua tibia para que pueda calentarse rápidamente y continuar con la cocción.

Lavar demasiado el arroz

Aunque es importante lavar el arroz para extraer todos los restos de químicos e impurezas, lavar un arroz demasiado puede afectar su calidad y sabor. Te recomendamos lavarlo un máximo de 2 veces para no afectar su textura.

No es cierto que se tiene que mezclar el arroz con frecuencia durante la cocción.

Se tiene la creencia de que el arroz necesita ser revuelto continuamente durante la cocción, ya que si se hace con mucha frecuencia o rapidez puede empezar a deshacerse y convertirse en puré. Después de echar el agua, no lo revuelvas tanto. El arroz formará espacios para que el agua pueda evaporarse y se cocine en el momento adecuado.

Apagar el fuego antes de que se cocine todo el arroz

Este es un viejo consejo de las abuelas: cuando el agua se evapore y aparezcan burbujas en la parte superior, es momento de apagarlo. Después, déjalo reposar durante unos minutos y empieza a revolverlo con los diferentes ingredientes adicionales que desees para luego servirlo y disfrutar.

POR Veronica Pereira en Aurana.es