Así es. Nuestro planeta Tierra está girando más rápido de lo que lo ha hecho en más de 50 años. Lo hace en promedio, 0,5 milisegundos más rápido por día, lo que implica que cada día dure ya algo menos de 24 horas debido al cambio en la velocidad de la Tierra que, como hemos adelantado, ha aumentado en las últimas cinco décadas.

La rotación de la Tierra ha sufrido alteraciones con el paso del tiempo. Y no es algo extraño: la rotación de un planeta varía ligeramente, ya sea por las corrientes oceánicas, el movimiento del núcleo o la presión atmosférica.



¿Cómo lo han descubierto?

Al igual que la dendrocronología y su observación de los anillos de los árboles se utilizan para medir el paso del tiempo, el coral deposita también una fina capa de carbonato de calcio todos los días. Y, teniendo en cuenta que los corales crecen más en la estación seca que en la húmeda, es posible contar las líneas de depósitos de carbonato de calcio entre las estaciones para determinar el paso del tiempo. Es hasta más preciso que mirar los anillos de un árbol.

Hasta ahora, los “guardianes del tiempo” encargados de revisar los ultra acertados relojes atómicos para estipular el Tiempo Universal Coordinado (UTC) por el que configuran sus relojes todos los países del planeta, tenían que añadir un segundo extra al año para que el reloj astronómico y atómico coincidieran. Sin embargo, es posible que ahora, en vez de añadir un segundo, tengan que restar uno.



Esto se debe a que la duración promedio de un día es de 86.400 segundos, pero un día astronómico en 2021 será 0,05 milisegundos más corto, en promedio. A lo largo del año, eso se sumará a un retraso de 19 milisegundos en el tiempo atómico. «Es muy posible que se necesite un segundo intercalar negativo si la tasa de rotación de la Tierra aumenta aún más, pero es demasiado pronto para decir si es probable que esto suceda», comentó al diario The Telegraph el físico Peter Whibberley, del Laboratorio Nacional de Física del Reino Unido.

Si bien nunca antes se había añadido un ‘segundo intercalar negativo’, se han incluido un total de 27 ‘segundos intercalares’ desde la década de 1970, para mantener el tiempo atómico coincidente con el tiempo solar.

Esto se debe a que, durante décadas, la Tierra ha tardado un poco más de 24 horas en completar una rotación, pero desde el año pasado ha tardado un poco menos. El 19 de julio de 2020, por ejemplo, el día fue 1,4602 milisegundos más corto que las 24 horas completas, el día más corto desde que comenzaron los registros.

Esta ínfima pérdida de tiempo solo es detectable a nivel atómico, pero tiene implicaciones de gran alcance.

¿Cuáles son sus efectos?

Los satélites y los equipos de comunicaciones dependen de la alineación del tiempo real con el tiempo solar, que está determinado por las posiciones de las estrellas, la luna y el sol. También puede tener un impacto en todo tipo de otros sistemas informáticos que no están preparados para el cambio. De ahí que sea tan importante concluir si es necesario restar un segundo o no para rectificar esta disparidad métrica. Sería la primera vez en la historia que el Servicio Internacional de Rotación de la Tierra necesitaría añadir un segundo intercalar negativo si la Tierra continúa girando tan rápido durante este 2021.

Algunos científicos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones sugieren que lo que hemos de hacer es dejar que la brecha entre el tiempo astronómico y el atómico se amplíe hasta que sea necesario añadir una «hora bisiesta», lo que minimizaría las interrupciones en las telecomunicaciones.