El Pentágono anunció el lunes que autorizó el despliegue de 15.000 efectivos de la Guardia Nacional para los actos de investidura del demócrata Joe Biden el 20 de enero, en medio de temores de más violencia por parte de los partidarios del presidente saliente Donald Trump.

Ya hay 6.200 integrantes de la Guardia operativos en Washington y se prevé un total de 10.000 para el próximo fin de semana, mientras que otros 5.000 podrían sumarse el día de la juramentación de Biden, dijo el general Daniel Hokanson, jefe de la Oficina de la Guardia Nacional del Departamento de Defensa.



Todos vendrán equipados con equipo antidisturbios y armas, pero hasta ahora no han sido autorizados a portarlas mientras estén en las calles de la capital estadounidense, explicó.

Por el momento, su misión es apoyar a la policía local en comunicaciones, logística y seguridad, explicó.



Autorizar a la Guardia Nacional a desplegarse armada y a realizar arrestos sería un «último recurso» si la situación de seguridad se saliera de control, dijo Hokanson.

El Pentágono y la Guardia Nacional -fuerza de reserva- fueron criticados por una respuesta lenta el miércoles, cuando la sede del Congreso de Estados Unidos, el Capitolio, fue invadido por miles de seguidores de Trump que desbordaron a un cuerpo de seguridad del recinto sin personal suficiente ni preparación adecuada. El caos desatado dejó cinco muertos.

Pero según funcionarios del Pentágono, la Guardia Nacional fue convocada tarde y sin disponer en lo inmediato de un equipo antidisturbios.

«No anticiparon ese nivel de violencia», sostuvo Hokanson.

Anteriormente, la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, previendo la posibilidad de tensión en torno a la investidura de Biden, pidió a la población en general que se abstenga de visitar la capital.

«Pedimos a los estadounidenses que NO VENGAN a Washington DC para la 59ª toma de posesión presidencial el 20 de enero y que, en cambio, participen virtualmente», expresó.