Una toma de muestras del subsuelo en la isla noruega de Svalbard y su análisis genético ha añadido una especie previamente desconocida a la colección de microorganismos que poseen los científicos rusos.

Según reportó este martes el Centro Científico de Kola de la Academia de Ciencias de Rusia, la cepa fue aislada de los sedimentos arenosos profundos del río Mimerelva, cerca de la bahía homónima. Formaba una colonia que constaba de unos filamentos verdosos de unos micrómetros de ancho y su aspecto era el de una cianobacteria ya conocida.



Solo al cultivar posteriormente estos filamentos se percataron los científicos de un rasgo peculiar de esta especie: la capacidad que tienen esos hilos de generar nódulos, algo que no correspondía con la cianobacteria con la que se la asoció inicialmente. La presencia de algunos genes específicos y la distribución génica en general permitió a los investigadores afiliarla a otro género del que su morfología lo diferencia considerablemente. Lo explica el equipo investigador en un artículo publicado recientemente en la revista Phytotaxa.

El nombre propuesto para el nuevo organismo, ‘Nodosilinea svalbardensis‘, hace alusión tanto a esos pequeños nódulos detectados en laboratorio como al lugar del hallazgo. Sin embargo, los biólogos admiten que la misma especie podría encontrarse en otros lugares además del Ártico noruego. En este sentido, en Alemania algunos especímenes parecidos fueron identificados como cianobacterias Leptolyngbya, aunque es poco probable que lo sean.



Los autores abogan por un uso más común del enfoque genético molecular como herramienta que ayude a evitar la confusión de taxones parecidos con distintos orígenes.

Indica Actualidad RT que las cianobacterias son las únicas del dominio Bacteria capaces de realizar la fotosíntesis oxigénica, algo que explica su color verdoso o verdeazulado.