China defendió el martes su gestión de la epidemia de covid-19, pero admitió que debía «esforzarse por mejorar», tras las críticas de un comité independiente encargado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El país fue criticado en varias ocasiones por no haber alertado inmediatamente a su población ni haber impuesto el confinamiento al principio de la pandemia, cuando aún no se habían confirmado las transmisiones entre seres humanos.



La supuesta falta de transparencia de las autoridades de Wuhan (centro), la primera ciudad donde se detectó el coronavirus a finales de 2019, y la detención por parte de la policía de los médicos locales denunciantes, acusados de «propagar rumores», también alimentaron las críticas.

En julio, el jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, anunció la creación de un grupo independiente encargado de establecer una «evaluación honesta» de la gestión de la crisis en el mundo para «aprender de ella».



Este equipo de 13 expertos está copresidido por la exprimera ministra de Nueva Zelanda, Helen Clark, y la expresidenta de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf.

En su segundo informe presentado el martes a la OMS, el grupo considera que «habría sido posible actuar más rápidamente sobre la base de las primeras señales».

En respuesta a la pregunta, la portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores chino, Hua Chunying, dijo el martes que Pekín había reaccionado rápidamente confinando a Wuhan desde el 23 de enero de 2020, lo que «redujo las infecciones y las muertes».

China controló en gran medida la epidemia en su territorio desde la primavera boreal pasada. Sin embargo, la pandemia ha causado más de 2 millones de muertes en otras partes del mundo.