Los católicos celebrará este jueves 21 de enero, el día de la Virgen de la Altagracia, sin la presencia de los miles de feligreses que asisten cada año, para cumplir promesas a la madre espiritual del pueblo dominicano, debido a las medidas establecidas por el gobierno para evitar el contagio del coronavirus.

La medida es tomada por el clero de la Iglesia Católica, para evitar el contagio y la propagación del coronavirus, pero en virtud que es necesario que el pueblo escuche esta misa es una tradición del pueblo dominicano, la misma será trasmitida por diferentes plataformas digitales y canales de televisión, con el apoyo del Banco Popular.



Historia de la Virgen de la Altagracia

Algunos historiadores y párrocos de la Iglesia católica mencionan que a partir del 12 de mayo de 1502 la imagen es llevada a una parroquia en la Villa de Salvaleón de Higüey, bajo las órdenes del obispo de Santo Domingo, García Padilla, ya que en esa época habían llegado a Higüey los hermanos Trejo: Alonso y Antonio, quienes habrían traído la imagen de la Virgen de la Altagracia al país; estos provenían de Plasencia, localidad de la Comunidad Autónoma Extremadura, España.



Aunque otro difieren de esta fecha e indican que la llegada de la virgen al país fue en el 1691 cuando concluyo la Batalla de la Sabana Real en la parte este de la Isla de Santo Domingo, donde el ejército español, encabezado por Antonio Miniel derrotó al ejército francés, esta batalla da origen que cada 21 de enero se celebre el Día de Nuestra Señora de Altagracia.

El origen de la Virgen provendría de un hecho acaecido a un campesino español de la comunidad autónoma de Extremadura.

El campesino señaló que caminaba por el bosque cuando se le apareció la Virgen María en la altura de las ramas de un árbol, de ahí procede su nombre «Señora de la Altagracia» o «Virgen de la Altagracia proveniente de la gracia del señor».

En los últimos viajes de Cristóbal Colón un grupo de españoles trajeron el retrato de la virgen a la isla, hasta la región de Higüey, de ahí el pueblo y la Iglesia católica comenzaron a venerarla, como madre de Dios que es y virgen protectora del pueblo dominicano.

A partir de esa fecha se fue extendiendo por toda la isla el fervor de los cristianos dominicanos por su madre, al difundirse los numerosos milagros que la Virgen de la Altagracia realizaba en la isla, comenzando así la tradición del pueblo dominicano de visitar cada 21 de enero la basílica de Higüey, donde se encuentra actualmente La Virgen de la Altagracia.

Esta fecha fue declarada como fiesta oficial religiosa por el poder eclesiástico de la Iglesia católica, según una carta del arzobispo Isidoro Rodríguez Lorenzo, la misma fue dada a conocer en 1692 como portavoz de la iglesia según los datos obtenidos esta fue la primera fecha como fiesta religiosa ante las autoridades eclesiásticas.