Desde que comenzaron a fabricarse en 1950, los bolígrafos BIC han formado partes de nuestras vidas.
Todo el mundo hemos utilizado alguna vez uno de los míticos BIC Cristal, incluso aunque no hayamos comprado nunca ninguno. En 66 años no ha cambiado su diseño, salvo en una cosa.
Con 140.000 millones de unidades vendidas, su popularidad no ha descendido ni siquiera en la época de las pantallas y los documentos digitales. Cada día se venden 6 millones de bolígrafos BIC Cristal en el mundo.
Ideado por el francés Marcel Bich en 1950, basado en una patente del inventor húngaro László Bíró, se comercializó en una época en la que la mayoria de la gente todavía usaba pluma estilográfica.
Bich revolucionó los bolígrafos al utilizar tintas de calidad creadas por su empresa Bic y, sobre todo, al uso de una esfera perfecta de acero inoxidable en la punta del boli, que permitía que la tinta se distribuyese de forma uniforme por el papel, sin dejar mancha.
¿Cuáles son las claves de su éxito? Algunas ya la hemos visto: la calidad de su fabricación, que permite que el bolígrafo escriba de forma continua durante tres kilómetros, su bajo precio, al fabricar en grandes cantidades, y su impecable diseño.
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El diseño del bolígrafo BIC Cristal no ha cambiado en 66 años: capucha azul, y cuerpo de plástico transparente de 6 caras para ver el nivel de tinta, con un agujero en centro del cristal para igualar la presión interior y exterior del boli.
El único cambio en estos 66 años es que desde 1991 la capucha tiene un agujero, para que pueda circula el aire si un niño se la traga, como ha ocurrido en alguna ocasión.
Si tienes más de 30 años, seguro que este anuncio te trae un buen recuerdo de la infancia:
Aunque su diseño no ha cambiado, sí lo han hecho los materiales. El bolígrafo ahora es más ligero que hace unas décadas, la tinta es más consistente, dura más, y la bola de acero inoxidable desde 1961 es de carburo de tungsteno, casi tan dura como el diamante.
Puede que cada vez escribamos menos a mano, pero incluso en plena era tecnológica los bolígrafos siguen siendo un producto indispensable en cualquier casa, o en cualquier oficina.
Con información de ComputerHoy