Diez senadores republicanos anunciaron el domingo que propusieron al presidente demócrata Joe Biden un plan de ayuda económica alternativo de 600.000 millones de dólares, argumentando que éste podría obtener el consenso de los dos partidos en el Congreso.

Si bien la nueva administración quiere votar lo antes posible su proyecto de ley de 1,9 billones de dólares para sacar al país de la depresión económica causada por la pandemia de covid-19, los republicanos se oponen ferozmente a la cifra que consideran demasiado alta y que profundizará aún más la deuda y el déficit presupuestario de Estados Unidos.



«Me he unido a un grupo de 10 senadores republicanos para escribir al presidente Biden hoy con el fin de proponerle un proyecto de ley alternativo al proyecto de rescate de urgencia, capaz de recibir apoyo bipartidista», expresó en Twitter la senadora de Maine, Susan Collins, del ala centrista del partido.

Los detalles del plan alternativo se darán a conocer el lunes, dijeron los signatarios.



En la carta enviada al gobierno el domingo, firmada entre otros por Mitt Romney, excandidato a la Casa Blanca, y el senador Rob Portman (Ohio), los republicanos destacan que «miles de millones de dólares de los anteriores planes de ayuda contra el covid no han sido utilizados».

Uno de los firmantes, Bill Casidy, indicó en Fox News Sunday que la contrapropuesta ascendería a 600.000 millones de dólares, menos de un tercio del monto previsto en el proyecto actual.

Por tanto, pudiera tener pocas posibilidades de ser aceptada por los demócratas, que desde hace meses piden una ayuda más grande.

La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo el domingo que Biden había invitado a los firmantes de la carta a reunirse con él el lunes para discutir su plan. Pero «con el virus que representa una grave amenaza para el país y las sombrías condiciones económicas para tantas personas, la necesidad de acción es urgente y la amplitud de lo que debe hacerse es considerable», afirmó en un comunicado.

– Acción urgente –

El asesor económico de la Casa Blanca, Brian Deese, por su parte dijo a CNN que Biden está «abierto a las ideas». Pero repitió en distintos medios que la prioridad es que se apruebe el plan lo antes posible, al considerar que los más pobres y expuestos no pueden esperar.

Los economistas señalan en forma unánime el hecho de que poner en marcha un nuevo plan es esencial.

Deese declaró que «las disposiciones» del plan del presidente habían sido «calibradas» para superar la actual crisis económica.

«Acabamos de vivir el peor año económico» desde el final de la Segunda Guerra Mundial, añadió, lamentando que 30 millones de estadounidenses pasen hambre.

La actual crisis provocó que el Producto Interno Bruto estadounidense se contrajera un 3,5% en comparación con 2019, la peor recesión desde 1946. Ello ha acentuado especialmente las desigualdades sociales.

– Primero la emergencia –

Biden presentó a principios de enero un plan de rescate de 1,9 billones de dólares para reactivar la economía estadounidense. Entonces aseguró que tenía la intención de obtener la aprobación del Congreso a principios de febrero.

Esta iniciativa debe responder primero a la emergencia social, antes que a los planes de inversión para promover el crecimiento económico.

Su plan incluye nuevos cheques para las familias, una extensión de los derechos para desempleados, y fondos para ciudades y Estados para que reabran escuelas, financiar más cantidad de pruebas de covid-19 y vacunas o incluso más ayuda alimentaria a los ciudadanos más necesitados.

Además de que consideran demasiado elevada la cantidad total proyecto, los republicanos quieren una votación por separado de la propuesta para duplicar el monto del salario mínimo nacional, actualmente en 7,25 dólares la hora, una disposición que está incluida en el plan de Biden.

En marzo de 2020, el Congreso votó con carácter urgente un plan de asistencia por 2,1 billones de dólares para hacer frente al impacto económico causado por la pandemia.

Luego, a pesar del vencimiento de las ayudas de emergencia, fue necesario esperar hasta los últimos días de diciembre para que se votara un nuevo plan de 900.000 millones de dólares.

Ante la reticencia de los republicanos, la administración Biden insinuó esta semana que podría usar un dispositivo legislativo que permitiría que el texto fuera aprobado por mayoría simple.

Los demócratas tienen mayoría en ambas cámaras, pero muy estrecha ventaja en el Senado.

«Debemos actuar ahora, y los beneficios de una acción fuerte inmediata serán mucho mayores que los costos de la inacción a largo plazo», dijo el viernes Janet Yellen, la nueva secretaria del Tesoro, a periodistas desde la Casa Blanca.