Magistrados indonesios condenaron este miércoles a un tal Napoleón Bonaparte a cuatro años de prisión en el marco de un caso de corrupción.
Este procesado indonesio con nombre ilustre es nada menos que un oficial de policía con el alto rango de «general».
Los jueces del Tribunal de Yakarta encargado de casos de corrupción lo declararon culpable de recibir dos sobornos por un monto de 370.000 y 200.000 dólares singapurenses (140.000 dólares estadounidenses), por parte de un fugitivo tras su detención, transmitida online.
A cambio, Napoleón Bonaparte anuló una «notificación roja» de Interpol, que alertaba a las autoridades respecto a Djoko Soegiarto Tjandra, era perseguido por malversación de fondos en el Banco de Bali.
Este falseamiento permitió a este último regresar a Indonesia tras un periodo de 11 años fugado.
El financiero indonesio buscado, finalmente fue detenido en julio en Malasia.
Napoleón Bonaparte rechazó las acusaciones en su contra hasta el final.
«Ya estoy harto de estas humillaciones que he estado sufriendo desde julio. Preferiría morir antes que tolerar toda esta humillación para mi familia», declaró tras ser sentenciado.
Además de la pena de cárcel, a Napoleón Bonaparte se le impuso una multa de 100 millones de rupias indonesias (6.900 dólares).
El alto funcionario policial fue cesado en su puesto de jefe de la división de Relaciones Internacionales de la policía indonesia. Sin embargo, mantiene su rango de «general».
Otro alto cargo de la policía indonesia, el general Prasetijo Utomo, también fue declarado culpable de haber aceptado un soborno de 100.000 dólares del mismo financiero fugado.
Indonesia ha vivido muchísimos casos de corrupción en los que han estado involucrados personajes de la comunidad empresarial.
