ArlingtonEstados Unidos. El boxeador mexicano Saúl ‘Canelo’ Álvarez derrotó anoche por nocaut técnico al invicto británico Billy Joe Saunders en un combate de unificación de títulos de peso supermediano, desatando la euforia de más de 73.000 aficionados presentes en Arlington (Texas).

Ambos púgiles sostenían una pelea más igualada de lo esperado hasta que ‘Canelo’, el gran favorito, castigó con dureza en el octavo asalto al británico.



Tras ser examinado en la esquina, Saunders ya no regresó al cuadrilátero para el noveno asalto, desatando el júbilo de los aficionados, mayoritariamente de origen mexicano.

El británico sufrió una fuerte herida en la cuenca del ojo derecho y el entrenador Mark Tibbs, temiendo una grave lesión, no le permitió seguir.



«Sabía que la pelea iba a comenzar hacia el octavo asalto. Pero no fue tan difícil como lo esperaba, me doy cuenta de que mi preparación era buena y voy mejorando día a día», dijo ‘Canelo’ tras la victoria.

«Sabía que esto se iba a dar», aseguró. «Sabía que ya no iba a salir porque le quebré el pómulo».

El púgil británico fue trasladado inmediatamente a un hospital por una posible fractura.

«No podía ver, hablé con Mark Tibbs y dijo que no podía ver, no lo dejó salir», explicó el promotor Eddie Hearn. 

Cuando se paró la pelea, los jueces también estaban dando la victoria al mexicano con puntuaciones de 77-75, 78-74 y 78-74.

En su tercer combate en menos de seis meses, Álvarez se hizo con el título supermediano de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), que poseía Saunders, y lo suma a sus cinturones del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).

Para ser campeón indiscutible de la categoría de 168 libras (76,2kg), al mexicano solo le resta por lograr el título de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), que posee el estadounidense Caleb Plant.

«Ese es el plan, ir por el cinturón (de Plant). Voy a por ello», amenazó ‘Canelo’.

El púgil de Guadalajara, que ya ha sido campeón de tres divisiones, está ilusionado con el reto de ser el primero en la historia en poseer todos los títulos del peso supermediano.

A sus 30 años, el mexicano suma 56 victorias (38 nocauts), dos empates y una única derrota ante el estadounidense Floyd Mayweather Jr por decisión en 2013, cuando tenía 23 años.

Saunders, de 31 años, se queda con 30 victorias (14 nocauts) y una derrota en su historial.

 

– Asistencia récord sin medidas preventivas –

 

‘Canelo’ contó con el abrumador apoyo de los más de 73.000 aficionados presentes en el AT&T Stadium, en la mayor asistencia para una pelea de boxeo bajo techo en Estados Unidos.

«La gente me da el apoyo necesario para seguir. Muchas gracias a todos, de corazón», les agradeció Álvarez tras la pelea, programada en el fin de semana de las festividades mexicanas del 5 de Mayo.

El estadio, hogar de los Dallas Cowboys de la NFL, también fue escenario del evento deportivo más multitudinario en el país desde la irrupción de la pandemia de coronavirus hace más de un año.

Después de que las autoridades de Texas levantaran las restricciones relacionadas con la pandemia, los organizadores no impusieron separación física entre los espectadores, la mayoría de los cuales no portó mascarilla.

Con el público totalmente volcado en su contra, Saunders arrancó la pelea intentando contener al mexicano y buscando imponer un ritmo lento y reducir los golpes.

Tras un primer asalto en el que ambos púgiles se midieron las intenciones, ‘Canelo’ se hizo con el centro del ring y comenzó a conectar derechazos contra su rival.

El mexicano no arrinconaba al británico en los primeros episodios pero tampoco necesitaba arriesgar para ir sumando puntos y ponerse en cabeza de la pelea.

En el cuarto asalto, ‘Canelo’ estrelló un duro ‘upper’ en la mandíbula de Saunders, que logró recuperarse y comenzar a molestar al mexicano intensificando su movilidad.

El británico trataba de desconcentrar a ‘Canelo’ bajando constantemente la guardia y moviéndose a su alrededor, pero Álvarez mantuvo su plan y esperó con sangre fría su oportunidad en el octavo asalto, en el que pudo desatar su furia contra Saunders.

El mexicano encadenó una izquierda y un gancho de derecha y, al ver el ojo de Saunders practicamente cerrado, se sintió ganador y alentó con sus brazos a su afición para que redoblaran sus ánimos, que se convirtieron en un gran festejo cuando el británico abandonó.