El precio del bitcoin cayó fuertemente el martes y se aproximaba al umbral simbólico de 30.000 dólares, no cruzado desde enero, arrastrando a su paso a otras criptomonedas.
Hacia las 15H45 GMT, el bitcoin perdía 8,6% a 31.501 dólares, un nivel que no se veía desde mediados de mayo, cuando la volátil criptomoneda perdió temporalmente un 30% en una sesión.
La segunda criptomoneda más grande, el ethereum, perdía 11,2% a 2.361 dólares.
La caída del día «debería ser asombrosa para una sola sesión, pero ya no es una sorpresa para los inversores del universo de las criptomonedas», comenta Hugh Shields, analista de SpreadEx.com.
Aunque no había aún una explicación sobre la caída de los precios el martes, algunos analistas señalaron que la incautación de bitcoins pertenecientes a los hackers de Darkside por un valor de 2,3 millones de dólares por parte de las autoridades estadounidenses podría haber influido.
«Los esfuerzos de los gobiernos de todo el mundo para regular las criptomonedas crean oleadas de preocupación», comentan los analistas de Harsgreaves Lansdown.
Desde finales de 2020, el precio del bitcoin se ha visto estimulado por el interés de los inversores profesionales, desde los fondos de inversión hasta los grandes bancos de Wall Street, pasando por el fabricante de vehículos eléctricos Tesla, que invirtió una parte de su efectivo en ellos.
Desde principios del año pasado hasta su pico, alcanzado a mediados de abril en 64.870 dólares, la cotización del bitcoin había ganado casi el 800%. Desde entonces, la criptomoneda ha perdido más del 50%.
La volatilidad preocupa a algunos de los grandes inversores.
La criptomoneda dogecoin, creada como una broma pero puesta de relieve por el multimillonario propietario de Tesla, Elon Musk, ha tenido un año aún más agitado que el bitcoin: su cotización pasó de menos de un décimo de centavo en enero a cerca de 70 centavos en mayo. Actualmente se mueve alrededor de 31 centavos.