Alcaldesa Carolina Mejía, y la Duarte con París ¿pa’ cuando?

A más de dos meses de que la titular de la Alcal­día del Distrito Nacional (ADN), Carolina Mejía, anunció la continuación de un proyecto heredado de la gestión pasada pa­ra la readecuación de la avenida Duarte con ca­lle París, los buhoneros se muestran esperanzados, aún cuando no hay seña­les de mejorías en la zona.

El “proyecto de Colla­do”, como le llaman los comerciantes al plan del exalcalde y actual minis­tro de Turismo, David Co­llado, que asumió Mejía, todavía no se ha comenza­do a implementar, pero los mismos vendedores ase­guran que mantienen fre­cuentes reuniones con las autoridades del cabildo para dar seguimiento a la obra de reorganización.

Indica el Listin Diario que el presidente de la Aso­ciación de Buhoneros del Distrito Nacional, José Antonio Méndez, afirmó a este medio que el último encuentro fue hace una se­mana y están agradecidos de que podrán trabajar en un mejor ambiente. “Esta­mos esperanzados en que eso se realice lo más pron­to posible, porque aun­que nosotros somos parte del problema, agradece­mos al ayuntamiento por tomarnos como parte de la solución”, manifestó el representante de los co­merciantes.

Preparados Asimismo, Méndez in­dicó que no se les ha no­tificado la fecha en que darán inicio a los desalo­jos temporales y por fases, pero precisó que están “preparados para colabo­rar”.

De su lado, Damaro An­dújar, quien tiene 33 años vendiendo diversos ar­tículos en la importan­te arteria comercial de la Duarte, expresó que si es para que el área esté más decente, harán “el sacrifi­cio que se tenga que ha­cer”.

Mientras Héctor Feliz, con 20 años en la Duarte y 60 de edad, solo espera trabajar en “lo limpio”.

CLAVES Setecientos. Según los datos que ma­neja la Asociación de Buhoneros del Distrito Nacional, en la Duarte con París y zonas cerca­nas, laboran unos 700 de 2,600 vendedores re­gistrados en el Distrito.

Réplica. El modelo que se pre­tende aplicar en la con­currida zona es una distribución de buhone­ros similar a la imple­mentada en Guayaquil, Ecuador, que consiste en casetas y mercados clasificados por el tipo de producto.