Las pruebas realizadas a Giannis Antetokounmpo tras lesionarse durante el juego del martes ante los Atlanta Hawks confirmaron que sufre una hiperextensión de rodilla, informaron este miércoles los Milwaukee Bucks.
Estos resultados suponen un enorme alivio para Milwaukee, que temía que su gran estrella pudiera sufrir una lesión de ligamentos de gravedad y se perdiera el resto de los playoffs de la NBA.
Los Bucks ni tan solo descartaron a Antetokounmpo para el quinto partido, el jueves, de las finales de la Conferencia Este ante los Hawks, aunque su participación es «dudosa».
«Antetokounmpo sufrió una hiperextensión de la rodilla izquierda y será listado como dudoso para el quinto partido de las Finales de Conferencia», dijo la franquicia en un comunicado.
El griego «se ha sometido hoy a una resonancia magnética y a un examen posterior (…) que confirmó el diagnóstico anterior», señaló el equipo.
Poco antes, la cadena ESPN avanzó que el dos veces ganador del premio MVP (Jugador Más Valioso) no sufrió daños estructurales en su rodilla y sus ligamentos están en buen estado.
El ala-pívot griego sufrió la lesión el martes a mediados del tercer cuarto del cuarto partido de la final de conferencia, al doblarse la rodilla en una mala caída tras intentar taponar una volcada del pívot Clint Capela.
Tras ser atendido durante varios minutos en la pista, entre grandes gestos de dolor, Antetokounmpo fue capaz de retirarse por su propio pie a los vestuarios, cojeando visiblemente.
La lesión de su gran estrella (promedia 28,2 puntos y 12,7 rebotes en estos playoffs) encendió la alerta roja en los Bucks, que además vieron cómo los Hawks ganaban el juego y empataban 2-2 en el marcador global de la serie (al mejor de siete partidos).
Según reportes periodísticos, los Bucks temían que Antetokounmpo sufriera daños graves en el ligamento cruzado anterior de la rodilla, una de las peores lesiones que puede sufrir un basquetbolista, que le hubiera apartado de las pistas durante largos meses.