Miguel José Moya defendió el contrato que tenía con la Procuraduría General de la República y por el que es investigado actualmente por el Ministerio Público en el caso Medusa, donde es señalado como cabecilla el exprocurador Jean Alain Rodríguez. Aunque no refirió el monto se dice que es de 20 millones de pesos.

En un video publicado en la red social de Facebook, donde no se especifica la fecha de filmación, Moya se presenta como fundador de DIO, Desarrollo de Individuos y Organizaciones, empresa fundada en 2001 en la que asegura ni él, su esposa ni sus colaboradores “han sido parte de un acto ilícito, mucho menos ser parte de un entramado criminal y mafioso con fines de lucro, jamás en 30 años de carrera y 20 años de la institución han dio parte de un acto ilícito».



En su mensaje presentado inicialmente por el periódico Listín Diario, con el que dijo rompe el silencio, puntualizó varios aspectos, entre ellos la forma del escrutinio al que ha sido sometido que califica de “brutal, humillante y excesivo”.

También se desligó del incidente entre el pasado procurador Jean Alain Rodríguez con la magistrada Miriam Germán en la reunión del Consejo de la Magistratura y una exhortación que le hace a los magistrados Wilson Camacho y Yeni Berenice Reinoso.



Sobre el contrato

Indicó que la primera invitación que le hiciera el Ministerio Público estaba fundamentado en un contrato que su empresa había realizado. “En una licitación pública con todo el rigor de la ley, se desarrolló a inicio de 2018. Este contrato establecía un compromiso de nuestra empresa con la PGR de contribuir con una extensa estrategia de desarrollo organizacional y de estabilidad clima laboral. Para ello diseñamos un complejo programa de capacitación, conferencias, charlas, seminarios, que debía ser ejecutado por la Procuraduría y sus estructuras de soporte y capacitación y nuestra contribución era eminentemente intelectual y de acompañamiento y de colaboración y orientación cuando ellos requirieran.

La interpretación que se hace de este contrato nos coloca en el riesgo de que esto sea interpretado como un fraude. Los magistrados consideran o interpretan que lo que se denomina en el título del contrato entra en conflicto con las tareas realizadas que incluían, además, en la parte de recursos humanos el acompañamiento y la orientación, la conducción y manejo de crisis que sucedían de manera frecuente y simultánea, incluyendo la crisis provocada por los encartados de Odebrecht con la institución”.

Mensaje a Miriam Germán

“El segundo mensaje que debo compartir es con la magistrada procuradora Miriam Germán, debe usted saber señora procuradora que Miguel José Moya y ninguno de nuestros colaboradores tenía conocimiento previo de aquel incidente ocurrido en el Consejo Nacional de la Magistratura. Observé aquel bochornoso evento con el mismo estremecimiento con que lo vieron miles de ciudadanos y le confieso que sentí la misma indignación ante lo que a una simple mirada, parecía una indignación. Desconocía las interioridades de aquella confrontación. Fue para mí, igual que para muchos otros de mis colaboradores una desagradable sorpresa”.

A Camacho y a Yeni Berenice

“Mi último mensaje va dirigido a los señores procuradores Yeni Berenice y al señor Wilson Camacho, ustedes llevan a cabo la tarea de satisfacer la expectativa ciudadana de altísimo valor emocional y moral como que se haga justicia y que termine la corrupción y la impunidad. Al conocerlos, ahora más de cerca pude constatar su pasión, determinación y honestidad en esa búsqueda.

Al alcanzar ese logro de tan alto significado deben ustedes comprender que ese logro le proporcionará un mérito extraordinario, quizás único en la trayectoria de ambos, les pido de todo corazón que el mérito que esa búsqueda le proporcione a ambos no les nuble la razón ni le opaque el discernimiento de manera tal, que no logren distinguir entre lo verdadero de lo falso y la luz de la oscuridad”.