Tailandia defendió este martes la mezcla de dos vacunas covid-19 para combatir el aumento de los contagios, pese a que la jefa científica de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Soumya Swaminathan, advirtiera que era «una tendencia peligrosa».
El país está luchando por contener su último brote, impulsado por la propagación de la variante Delta altamente contagiosa, que ha disparado el número de casos de infecciones y muertes, a lo que se añade un sistema de salud debilitado.
Para combatir el empeoramiento de la pandemia, las autoridades señalaron que mezclarán una primera dosis del Sinovac chino con otra segunda de AstraZeneca para lograr un efecto de «refuerzo» en seis semanas en lugar de 12.
El virólogo jefe de Tailandia, Yong Poovorawan, afirmó que sería posible mediante la combinación de una vacuna de un virus inactivo, Sinovac, con una vacuna viral como AstraZeneca.
«No podemos esperar 12 semanas (para un efecto refuerzo) en este brote en el que la enfermedad se está propagando rápidamente», aseguró Poovorawan.
«Pero, en el futuro, si hay vacunas mejores (…) encontraremos una mejor manera de gestionar la situación», prosiguió el especialista.
Estas declaraciones se producen un día después de que la jefa científica de la OMS indicara de que se trata de «una tendencia peligrosa».
«Estamos en una zona sin datos y sin pruebas en lo que respecta a ‘mezclar y combinar'» vacunas, declaró Swaminathan.
Tailandia notificó más de 353.700 casos de coronavirus, la mayor parte de ellos detectados desde la última ola que comenzó en abril en un exclusivo distrito de vida nocturna de Bangkok.
El personal sanitario ha sido el primero en recibir Sinovac, pero las autoridades dijeron el domingo que casi 900 trabajadores de salud, la mayoría vacunados con la vacuna china, contrajeron el covid-19.
Ahora también recibirán una vacuna de refuerzo de AstraZeneca o Pfizer-BioNTech.
Bangkok y otras nueve provincias se encuentran bajo restricciones más estrictas que incluyen un toque de queda nocturno y la prohibición de reuniones de más de cinco personas.
El gobierno del primer ministro, Prayut Chan-O-Cha, ha sido criticado duramente por su gestión de la pandemia, desde acusaciones de mala administración de vacunas hasta la falta de compensación gubernamental a los sectores golpeados por la crisis sanitaria.
Precisamente, su gabinete aprobó este martes un plan de ayudas de 30.000 millones de bath (unos 920 millones de dólares, unos 777 millones de euros) destinado a las empresas, incluidas las de ventas minoristas, el entretenimiento y la construcción, gravemente afectadas por las severas restricciones.
Además, las facturas de servicios públicos esenciales, como agua y electricidad, también se reducirán durante dos meses, aseguró el Ejecutivo.