El petróleo volvió a repuntar el miércoles tras marcar un breve retroceso al iniciar la sesión ante el llamado de la Casa Blanca a la OPEP para aumentar la producción y hacer bajar los precios.

El Brent del Mar del Norte para entrega en octubre terminó a 71,44 dólares el barril en Londres, una subida de 1,14% respecto al cierre del martes.



En Nueva York, el WTI para septiembre aumentó en 1,40% a 69,25 dólares.

Ambos contratos de referencia perdieron cerca de 7,5% la semana pasada.



El miércoles los precios del oro negro bajaron en un primer momento ante las críticas de la Casa Blanca a de la Opep+ (la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus diez aliados).

La Opep+ no hace «suficiente» y amenaza la reactivación de la economía mundial y los precios en gasolineras, denunció el consejero estadounidense de Seguridad Nacional, Jake Sullivan.

«El alza de los precios de la gasolina, si no se controla, podría afectar la reactivación mundial en curso», afirmó en una declaración obtenida por la AFP.

Los miembros de la Opep+ han venido aumentando lentamente su producción desde inicios de 2021 tras haberla recortado drásticamente el año pasado para sostener los precios del crudo.

«El mercado tiene la impresión de que la OPEP ya decidió aumentar su producción en 400.000 barriles diarios cada mes durante 14 meses», anotaba Andy Lipow de Lipow Oil Associates. Según él, el cartel «sigue inquieto de que la variante delta (del coronavirus) pueda forzar confinamientos e impactar negativamente en la demanda de crudo».

«No pienso que vayan a responder al llamado», estimaba el analista. El mensaje «no vino de la cima, las palabras no fueron dictadas por el presidente estadounidense en persona, eso hace una diferencia», agregó.

La baja de los precios se fue revirtiendo progresivamente tras la publicación por la Agencia estadounidense de Información sobre Energía (EIA) del estado de las reservas comerciales de petróleo crudo en Estados Unidos, que cayeron levemente en 450.000 barriles durante la semana que finalizó el 6 de agosto, alcanzando los 438,8 millones de barriles (mb).

Las reservas de gasolina también bajaron la semana pasada en Estados Unidos, según la EIA, en una señal alentadora para el primer consumidor de crudo.