Pese a que nuestros vehículos son cada vez más ‘listos’ y son capaces de anticiparse a ciertas circunstancias del tráfico y de la carretera para protegernos y hacer nuestros trayectos más cómodos y agradables, la realidad es que aún a día de hoy la acción del conductor es básica para que los viajes sean agradables y seguros, una acción que necesita de nuestros cinco sentidos para que la conducción sea correcta y adecuada.

Para ayudarnos, nuestros vehículos cuentan con ciertos equipamientos que mejoran la percepción de todo lo que tenemos a nuestro alrededor y, por tanto, nos permiten conocer mejor nuestro entorno. Es por ello que nuestros vehículos cuentan, por ejemplo, con espejos retrovisores. A través de ellos somos capaces de ver lo que sucede a ambos lados de nuestro vehículo, así como todo lo que está pasando tras nuestro vehículo…siempre que estén bien regulados, algo que no todos los conductores hacen. ¿Cómo ajustar correctamente los retrovisores de nuestro vehículo en apenas un minuto?



¿Cómo ajustar los espejos retrovisores de nuestro vehículo?

El retrovisor interior es el más sencillo: tras colocarnos en nuestra posición de conducción, el retrovisor interior ha de moverse hasta que se cubra toda la luna trasera o el máximo que sea capaz de abarcar. Eso sí, siempre centradamente. Los retrovisores exteriores son algo más complicados de ajustar ya que dependen de varios factores, pero también se pueden regular de manera rápida y eficaz:



  • Retrovisor lateral (lado conductor): debe ajustarse de manera que, comenzando en una posición en la que la altura sea correcta y veamos parte de la carrocería de nuestro vehículo, tenemos que desplazar el cristal justo hasta el punto en el que dejamos de ver el lateral de la carrocería de nuestro vehículo.
  • Retrovisor lateral (lado copiloto): sucede algo parecido con el retrovisor derecho, ya que muchos conductores estamos acostumbrados a que siempre se vea parte de la carrocería de nuestro vehículo. En realidad, debemos ajustarlo justo hasta el punto en el que dejamos de ver nuestro vehículo, ya que eso significa que estamos cubriendo el mayor ángulo de visión posterior que nos permite el espejo.

Visto en LA SEXTA