El embajador dominicano en Rusia, Frank Hans Dannenberg, indicó al portal arecoa.com que la reactivación de los vuelos a República Dominicana, tras el fin de las restricciones de la nación, es un paso muy importante y certero para el reinicio de la llegada de turistas a los destinos turísticos de RD.
“El turista ruso estaba deseoso de viajar tras el cierre de las fronteras desde el inicio de la pandemia, ya que solamente se habían abierto muy pocos países cercanos a Rusia”, agregó.
El embajador indicó que durante el cierre Rusia estaba aprovechando para desarrollar un turismo interno, pero a más de un año ya los nacionales estaban deseosos de viajar fuera de Rusia, especialmente en tiempo de frío, y aunque se abrió México, Cuba, y otras islas como Seychelles y Zanzíbar en Tanzania, esperaban la conexión con RD.
Explicó que para concretar la apertura total las autoridades rusas han sido muy cautelosas en la reapertura de fronteras y estuvieron monitoreando varios criterios para ello, ya que habían cumplido con otros destinos y faltaba RD, por lo que el plan de vacunación de la nación caribeña y con la baja de los casos la comisión vio con buenos ojos la reapertura de los vuelos.
“Al ruso le gusta nuestro destino; conoce y le gusta República Dominicana, ya que en el 2019 viajaron al país 245,000 rusos y había mucho interés de parte de esa población, que viaja y que lo hace con frecuencia, que se abrieran los vuelos hacia RD”, indicó.
Hans Dannenberg, dijo que los únicos tres países que han reabierto completamente las fronteras sin restricciones con Rusia son Corea del Sur, República Checa y La República Dominicana; al tiempo de manifestar que hay otros países que tienen la fronteras abiertas, pero con vuelos limitados. “Dos o tres a la semana o muy pocos”.
Enfatizó en que el mercado ruso es muy importante para el turismo dominicano. “Primero porque el turista ruso acostumbra a viajar más semanas que los europeos o canadienses, ya que volaban por 7,14 o hasta 21 días, además que al turista ruso le gusta salir de los hoteles, ir a restaurantes fuera aunque se hospeden en un todo incluido; le gusta hacer turismo interno, excursiones, deportes extremos, y por ende tiende a gastar más dinero que un turista promedio”.
Además, indicó a ello que el turista ruso es repetitivo y muchos terminan comprando bienes inmobiliarios en el país.
“El turista ruso es de mucho valor para nuestra economía, para las comunidades alrededor de los sectores turísticos porque consumen fuera de los hoteles, gastan y porque también terminan invirtiendo en la región comprando apartamentos por ser turistas repetitivos”, puntualizó.