Con rehenes atados a los techos y al frente de sus carros, como escudos humanos.
Así huyó un grupo de presuntos ladrones que asaltaron varios bancos en la madrugada de este lunes en la ciudad de Araçatuba, en el sur de Brasil.
Según el reporte de las autoridades, más de 20 personas participaron en el atraco, en el que bloquearon carreteras con vehículos en llamas y colocaron artefactos explosivos por toda la ciudad.
Al menos tres personas murieron, entre ellas un sospechoso.
El teniente Alexandre Guedes, de la Policía Militar, le dijo a Globo News que un hombre fue asesinado por la pandilla cuando lo encontraron filmando.
Indica BBC Mundo que la policía informó que un ciclista de 25 años resultó gravemente herido cuando uno de los artefactos explosivos detonó cuando pasaba en su bicicleta. Fue trasladado al hospital, donde tuvieron que amputarle ambos pies.
https://twitter.com/yurimacri/status/1432210171711922182
Otros tres hombres están en el hospital con heridas de bala y otros tres se encuentran detenidos.
El teniente Guedes dijo en la mañana del lunes que todavía había al menos 14 bombas en la ciudad y que el primer indicio apunta a que tienen algún tipo de sensor que se activa por el calor o el movimiento.
Por ello, las autoridades indicaron que las escuelas permanecen cerradas el lunes y se ha instado a los residentes a quedarse en el interior de sus viviendas hasta que se hayan desactivado todos los dispositivos.
https://twitter.com/yurimacri/status/1432217939370029057
¿Cómo fue el robo?
Una banda de hombres fuertemente armados atacó tres bancos en el centro de Araçatuba en la madrugada del lunes, hora local.
Después del robo, la pandilla tomó varios rehenes y rodeó la estación de policía militar local.
Los miembros de las pandillas también bloquearon las carreteras de acceso clave a la ciudad prendiendo fuego a los automóviles, informaron los medios locales.
El primero tiene una persona atada a su techo y otra a su capó, mientras que en el segundo se puede ver a una persona agachada sobre la parte delantera del vehículo.
Las imágenes de CCTV publicadas por otro usuario de Twitter muestran varios autos circulando por la ciudad, algunos con personas atadas al capó, mientras que se puede ver a otra persona levantando las manos de pie a través de la ventana del techo de la camioneta.
Muchos residentes informaron haber escuchado disparos e incluso el sonido de explosiones.
El alcalde de Araçatuba, Dilador Borges, dijo que la policía había tenido problemas para intervenir mientras se desarrollaba el ataque.
«La policía no puede atacar, no puede enfrentarlos porque hay demasiadas vidas en juego», explicó a Band TV.
Borges indicó que aún no sabía si los ladrones habían liberado a los rehenes, pero dijo que las fuerzas de seguridad habían retomado el control del centro de la ciudad.
No está claro cuánto dinero se llevaron los atacantes, pero algunos videos cuya veracidad la BBC no pudo verificar muestran a un residente recogiendo billetes de la calle.
Según el sitio de noticias G1, la pandilla usó drones para monitorear los movimientos de la policía desde el aire.
Otros casos
No es la primera vez que Araçatuba ha sido atacado por ladrones de bancos.
Los robos bancarios a gran escala se han vuelto más frecuentes en los últimos años en Brasil y los rehenes son usados como escudos humanos.
En 2017, los delincuentes tomaron el control de varios puntos estratégicos de la ciudad, atacaron comisarías y bloquearon carreteras como parte de su robo a una empresa de seguridad privada.
Estos robos bien planificados son parte de un fenómeno que los brasileños denominan Nuevo «Cangaço», en referencia a un término que se utilizó por primera vez para describir el bandidaje que asoló partes de Brasil en las décadas de 1920 y 1930.
Las ciudades pequeñas y medianas han sido los objetivos preferidos.
Según el experto en seguridad Guaracy Mingardi, estos robos a gran escala comenzaron a ser más frecuentes alrededor de 2015.
Los objetivos son bancos y empresas que almacenan y transportan objetos de valor.
Decenas de delincuentes participan en una sola incursión, muchos de ellos fuertemente armados con ametralladoras y, a veces, explosivos.
Si bien la mayoría de las redadas se han llevado a cabo en Brasil, ha habido al menos un caso en el que una banda brasileña llevó a cabo un robo espectacular en el vecino Paraguay.