Sciencenews.org / Una serpiente de ojos abiertos ha hecho que los científicos hagan una doble toma. La viña hispaniolana, con sus grandes ojos sobresalientes y hocico cuadrado, es la primera especie de boa que se descubre en la República Dominicana en más de un siglo.
El naturalista Miguel Landestoy de la Universidad Autónoma de Santo Domingo en la República Dominicana y sus colegas descubrieron la serpiente, Chilabothrus ampelophis, deslizándose en un parche de bosque seco montañoso cerca de la frontera suroeste del país con Haití en la isla de La Española. La última vez que los investigadores describieron una nueva especie de boa en la isla fue en 1888.
«El hecho de que un animal podría haber pasado desapercibido durante tanto tiempo en esta isla que tiene mucha gente en ella es bastante notable», dice R. Graham Reynolds, herpetólogo de la Universidad de Carolina del Norte en Asheville.
Además, la viña de La Española puede estar entre las boas más pequeñas del mundo, Reynolds, Landestoy y su colega Robert Henderson del Museo Público de Milwaukee informan el 17 de agosto en Breviora.
Las especies de boas adultas suelen alcanzar los 2 metros o más de longitud (SN: 13/10/09). La vid hispaniola más larga que encontró el equipo, una hembra adulta, mide menos de 1 metro. El más corto, probablemente un macho juvenil, mide menos de medio metro de largo.
En comparación con las otras tres especies de boas que se encuentran en la isla, el pequeño tamaño de la vid de La Española, los ojos grandes y las escamas oscuras y en zigzag avisaron a los investigadores de que habían visto algo nuevo. Los análisis genéticos y las inspecciones cercanas de cinco serpientes diferentes más una piel desprendida confirmaron la corazonada del equipo de que la vid de La Española es una especie nueva para la ciencia.
Pero la especie ya puede estar en problemas. Todas las serpientes que el equipo encontró estaban a menos de un kilómetro una de la otra. Eso es «un poco alarmante en el sentido de que podrían estar restringidos a un área muy pequeña», dice Reynolds. Las actividades agrícolas como la quema de carbón amenazan el hábitat de la especie. Los próximos pasos del equipo serán averiguar el verdadero rango de la boa y qué tan grandes pueden llegar a ser las personas.