Hay quien se convence de que simplemente está contando una verdad un poquito adulterada, pero en realidad todo se resume a “mentir”. ¡Pero eso no quiere decir que seamos malas personas! Eso quiere decir que somos humanos.
Echa un vistazo a esta lista para ver las mentiras más comunes que todos contamos, al menos, una vez en la vida (y que seguro volveremos a contar).
«Había tapón»
Los atascos solo sirven para echarles la culpa.
«Me quedé sin batería»
Desgraciadamente, esta es la mejor forma de rechazar un plan sin herir los sentimientos de la otra persona.
«No veo la televisión»
Que uses Netflix en la computadora no quiere decir que veas menos televisión.
«No eres tú, soy yo»
Eres tú. Seguro.
«Me encanta»
¡Un vaso gigante! ¡Qué práctico! Muchas gracias…
«Estoy llegando»
Veáse también: «En cinco minutos, estoy ahí».
«No te preocupes. No pasa nada»
La mayor parte de las veces significa que sí que pasa, pero que no quieres montar una escena en público.
«Se habrá ido a la carpeta de Spam»
Viste el email y probablemente incluso lo abriste y lo leíste. Sin embargo, decides dejarlo para más tarde y ese momento nunca llega.
«Estoy bien»
Esta respuesta a ‘¿Cómo estás?’ a menudo esconde mucha tristeza.
«Tengo planes»
Benditos sean esos falsos planes que se mueven a tu antojo por tu agenda vacía.
«Sí, utilizo hilo dental todos los días»
Es un misterio por qué sentimos el impulso de complacer a nuestros dentistas, sobre todo, teniendo en cuenta que pueden ver que solo lo hemos hecho una vez desde la última revisión.
«Me olvidé»
Es la clave secreta de «No me apetecía y pensé que tú no te acordarías».
«Tampoco fue tan caro»
Esto es más efectivo cuando tu pareja te pregunta cuánto te gastaste en esa última y extravagante compra. Otra variante es: «Estaba en oferta».
«Te lo iba a decir ahora mismo»
Esta mentira tirita viene de maravilla cuando en realidad no tenías pensado decir nada sobre el peinado o la ropa que lleva puesta la otra persona.
«Qué bueno verte»
Solo los mejores mentirosos sugerirán además que tenéis que quedar algún día, sabiendo perfectamente que no tiene la mínima intención de hacerlo.
«Qué bebé tan lindo»
Decirle a una madre que su bebé en realidad no es lindo es una gran forma de poner tu vida en riesgo.
«Ah sí, ya me acuerdo de ti»
Es demasiado vergonzoso que alguien se acuerde de ti, de tu nombre y de dónde os conocisteis, pero que tú no tengas ni idea de quién es.
«La belleza interior es la que importa»
Las aplicaciones de citas han demostrado que la mayoría de la gente se fija primero en el físico.
«Qué interesante»
Es lo que todo el mundo dice cuando lo que están oyendo les aburre tanto que no se les ocurre otra cosa.
«Perdona, no te había visto»
Lo viste, ignoraste sus intentos de llamar tu atención, pero no te podías esconder para siempre.
«Tengo que irme»
Sea a sacar al perro, a sustituir a la ‘babysitter’ o hacer aquel trabajo inexistente.
«He estado tan ocupado…»
Un mes de tiempo para mí cuenta como estar ocupado, ¿verdad?
«Era una broma»
Acabas de soltar una crueldad por ser demasiado franco y para no buscarte enemigos y relajar la situación utilizas esta mentirilla.
«Es solo un amigo/a»
Sí, sí, muy buenos amigos. Recurrimos a esta mentira cuando sentimos algo por alguien, pero no estamos preparados para admitirlo.
«Está delicioso»
Un día tendrás el coraje suficiente para decirle a tu autoproclamado master chef que no sabe cocinar, pero no hoy.
«Te queda de maravilla»
Le queda fatal, pero a él/ella le encanta. ¿Qué otra cosa podríamos decir?
«Sí, tiene sentido»
No, no tiene ni pizca de lógica, pero quieres terminar la conversación tan rápido como sea posible.
«Mi mayor debilidad es…»
Si compartieras tu mayor debilidad, probablemente no conseguirías el trabajo, así que mejor decir algo como ‘Ah, soy demasiado perfeccionista’.
«Lo leí hace siglos»
Alguien menciona un libro de culto que, a estas alturas, deberías haber leído, pero no lo has hecho.
Con información de MSN.