Tony Batista obtuvo un nicho en el Pabellón de la Fama de la Serie del Caribe en su clase de 2022, anunció la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe (CBPC) y el Comité Organizador de la venidera justa caribeña, por celebrarse en Santo Domingo del 28 de enero al cinco de febrero próximo.
Batista, quien jugó todas sus Series del Caribe con las Águilas Cibaeñas, fue anunciado como el segundo miembro de la generación de 2022 después de ser favorecido con los votos de un panel de comunicadores deportivos procedentes de los países que conforman la CBPC.
El exinfield aguilucho se unirá a David Ortiz, inicialista y bateador designado de los Leones del Escogido, quien también recibirá un lugar en el olimpo de los inmortales del llamado Clásico Caribeño.
La ceremonia de entronización se llevará a cabo el próximo sábado 2 de febrero en el marco de la celebración de Santo Domingo 2022, justa en la que participarán los equipos de Venezuela, Puerto Rico, México, Panamá, Colombia y República Dominicana.
La CBPC informó que el próximo lunes 29 de este mes anunciará los nombres otros dos dominicanos entronizados, uno por legado y el otro por sus aportes como propulsor a la Serie del Caribe.
Batista agotó un pletórico desempeño durante siete Series del Caribe con las Águilas Cibaeñas y salió campeón en los certámenes caribeños de 1997, 1998, 2001, 2003 y 2007, cinco de las seis coronas que ostentan las Águilas.
Él también estuvo en calidad de coach en el sexto y más reciente título aguilucho durante la versión de este 2021 en Mazatlán, México.
En siete eventos, Batista accionó en 42 juegos y colectó promedio de .239, producto de 39 imparables en 163 turnos, con siete cuadrangulares, 43 carreras remolcadas (segundo de por vida) y 23 anotadas, líder histórico de este último encasillado.
Para la versión de 1997, en su segunda participación en este evento, Batista fue nombrado Jugador Más Valioso después de ayudar a las Águilas a conseguir el cetro caribeño, el primero de la franquicia con sede en Santiago de los Caballeros.
Ese año, el nativo de Puerto Plata empató la marca de remolcadas en una Serie del Caribe con 13 impulsadas y finalizó con .385 de average tras facturar 10 imparables en 26 turnos al bate, con dos vuelacercas e igual cantidad de dobles.
En 2003, durante la versión de Carolina, Puerto Rico, el bate de Batista se dejó sentir al llevar el liderato de dobles con seis batazos de doble mérito y para el certamen de 2007, también en Carolina, encabezó a los bateadores en cuadrangulares, con tres, y en bases alcanzadas.
