Nueva York, Estados Unidos. El juicio a Ghislanie Maxwell entró este lunes en la segunda semana con el testimonio de otra supuesta víctima que acusó a la «socialite» británica de captarla para mantener relaciones con Jeffrey Epstein.
«Kate» es la segunda de cuatro mujeres que tienen previsto testificar en el juicio a Maxwell, de 59 años, que se ha declarado no culpable de los seis cargos que se le imputan, entre ellos, el de tráfico sexual de menores para Epstein, un multimillonario que se suicidó mientras aguardaba en la cárcel a sentarse en el banquillo.
Kate, un seudónimo para proteger su privacidad y la de su hijo, dijo que le presentaron a Maxwell en París en 1994 cuando tenía 17 años.
«Era muy sofisticada y muy elegante», dijo Kate de Maxwell durante el interrogatorio de la fiscalía. «Era impresionante».
Kate dijo que le dio a Maxwell su número de teléfono y que unas semanas más tarde la invitó a tomar el té en su casa en Londres.
«Me sentí realmente especial», reconoció Kate. «Sentí que este nuevo contacto podría ser importante para mí. Como si alguien me quisiera, que quisiera ser mi amiga».
Kate contó que le habló a Maxwell sobre su difícil vida en su casa. Vivía en Londres con su madre enferma.
Maxwell «me habló maravillas de su novio», que era un filántropo y «le gustaba ayudar a los jóvenes» y que «yo le gustaría», dijo.
Unas semanas después, Maxwell invitó a Kate a conocer a Epstein en su casa de Londres y le pidió que le «diera un masajito en los pies» y en los hombros.
Pocas semanas después, la invitaron a que diera un masaje a Epstein. Este se desnudó en una camilla de masajes en una habitación en penumbra en la casa de la acusada, quien abandonó la habitación y cerró la puerta.
El masaje terminó en una relación sexual, al término de la cual Maxwell le preguntó «cómo había ido y si le había gustado».
«Parecía muy excitada y contenta», dijo Kate,
– «Tenía miedo» –
Kate no dio detalles de sus relaciones sexuales ya que tenía 17 años en la época.
Con este testimonio, la acusación quiere ilustrar la participación de Maxwell en el esquema de captación de jovencitas con fines sexuales y corroborar las declaraciones de otras denunciantes.
Kate volvió varias veces a su casa y le dijo que «obviamente, le gustaba mucho» a Epstein.
«Me gustaba que ella estuviera contenta», dijo.
Kate siguió viendo a la pareja durante varios años y viajó a las propiedades de Epstein en Palm Beach, Nueva York y el Caribe.
«No sabía cómo decir que no», confesó, y aseguró que nunca había reclutado a otras jóvenes.
Kate dijo que vio fotos de menores en la casa de Palm Beach, donde había otras jóvenes mucho más jóvenes que ella. «Muy jóvenes».
La testigo dijo que mantuvo contacto con Epstein hasta pasados los 30 años. «Nunca quise admitir lo que me había pasado», declaró. «Tenía miedo de apartarme porque había visto lo conectados que estaban» Maxwell y Epstein.
Maxwell «parecía conocer a todo el mundo». «Me dijo que era amiga del príncipe Andrés, de Donald Trump».
La acusación le preguntó sobre su adicción al alcohol, la cocaína y los somníferos y dijo que lleva sobria desde mayo de 2003 y la memoria «de cosas importantes en mi vida nunca ha cambiado».
Asimismo, Kate aseguró que ha recibido 3,25 millones de dólares del fondo de víctimas de Epstein y que en el caso actual para ella no hay financieramente nada en juego.
Otra testigo que se presentó con el seudónimo de «Jane» declaró la semana pasada que tenía 14 años cuando Epstein empezó a abusar de ella y que Maxwell a veces estaba presente e incluso participaba.
Maxwell, hija del que fuera magnate de la prensa británica Robert Maxwell, se enfrenta a una condena perpetua si el jurado la encuentra culpable.
Kate se someterá ahora al interrogatorio de la defensa de Maxwell.