Nueva York, Estados Unidos . Stephen Curry, la estrella de los Golden State Warriors, se convirtió en el jugador con más triples de la historia de la NBA, en una victoria frente a los New York Knicks en la que fue ovacionado por el mítico Madison Square Garden.
El público neoyorquino se puso en pie cuando Curry alcanzó los 2.974 triples en su carrera, uno más que la marca del retirado Ray Allen, con menos de cinco minutos disputados del partido.
«No puedo expresar el honor que fue tener esta reacción aquí, como visitante, y el aprecio por este hito, y además conseguimos la victoria. Es una noche muy, muy especial», declaró Curry tras la victoria de los Warriors por 105-96.
El base terminó el choque con 22 puntos y 5 triples de 14 intentos, colocando la nueva marca en 2.977.
Con toda la NBA aguardando desde hace días este momento, el base encestó su primer intento desde la línea de tres con solo un minuto y cuatro segundos de partido. Curry necesitaba un segundo triple para batir el récord y lo buscó en la siguiente jugada pero erró el tiro.
El festejo llegó a siete minutos y 33 segundos del final del primer cuarto cuando recibió una asistencia de Andrew Wiggins y clavó el triple frente al defensor Alec Burks.
Los aficionados del Madison Square Garden, incluido el cineasta Spike Lee en la primera fila, saltaron inmediatamente de sus asientos para aplaudir la gesta.
El técnico de los Warriors, Steve Kerr, pidió un tiempo muerto para que Curry recibiera los abrazos de sus compañeros, del propio Ray Allen y de Dell Curry, su padre y jugador de la NBA durante 16 temporadas.
Durante los cinco minutos en los que el juego estuvo detenido, el base se cubrió por unos segundos el rostro con su camiseta, visiblemente emocionado, mientras desde fuera de la cancha le llovían las felicitaciones.
«Fue emocionante ver a Steph romper el recórd de triples de todos los tiempos. Él ha revolucionado la forma en que se juega al basquetbol y sigue dejando a los fans asombrados con su increíble arte y extraordinaria habilidad de lanzamiento», dijo en un comunicado el comisionado de la NBA, Adam Silver.
«¡¡¡Acabo de aterrizar en Dallas para ver que Stephen Curry ha batido el récord y para hacerlo aún más increíble lo ha hecho en el Garden!!! Felicidades, hermano. Increíble», escribió en Twitter LeBron James, la superestrella de Los Angeles Lakers.
– La cuenta atrás –
Curry, de 33 años y ganador de tres títulos de la NBA, había vivido con cierta ansiedad la semana previa al récord, con toda la NBA contando los tiros que le faltaban para la cima.
La atención se enfocó en él desde el partido del pasado miércoles ante Portland Trail Blazers, cuando necesitaba la cifra nunca vista de 16 triples. Tanto los Blazers como después los Philadelphia 76ers y los Indiana Pacers le aplicaron marcajes especiales para evitar que batiera el récord ante ellos.
«Ha sido una semana larga», reconoció. «Parecía que con cada tiro que hacía había otro nivel de anticipación y de ansiedad alrededor».
Finalmente, el base lo logró en el Madison Square Garden, una de las catedrales del basquetbol NBA y donde en 2013 se confirmó como estrella emergente de la liga con una exhibición de 54 puntos y 11 triples.
«Esta noche funcionó de manera perfecta», explicó. «Metí el primero y simplemente dejé que el otro, el del récord, viniera a mí».
Curry consiguió el récord en apenas 789 partidos, con un promedio de 3,8 triples por juego, mientras Ray Allen disputó 1.300 juegos antes de retirarse de las canchas en 2014 con una media de 2,3 lanzamientos convertidos.
– «Una fe loca» –
A diferencia de Allen y de Reggie Miller, tercero de la clasificación, Curry llega a esta marca todavía en plenitud de su carrera, siendo el segundo máximo anotador de la temporada con 27,0 puntos de media y temprano favorito a un tercer premio MVP (Jugador Más Valioso).
De la mano del base, los Warriors han resurgido en esta campaña hasta colocarse como líderes de la Conferencia Oeste (23 victorias y 5 derrotas) y candidatos a recuperar el trono de la NBA.
Curry, con su extraordinario dinamismo, mágico control de balón e implacable lanzamiento, fue el catalizador de la dinastía de los Warriors que llegaron a cinco finales consecutivas y conquistaron los anillos de 2015, 2017 y 2018.
Nacido en 1988 en Akron (Ohio), en el mismo hospital que LeBron James, Curry fue elegido en el séptimo puesto del Draft de 2009 por los Warriors.
De escasa altura (1,88m) y liviano físico, el base destruyó con su talento todas las dudas y prejuicios que despertaba en la liga y los Warriors construyeron a su alrededor el equipo más dominante de la década.
«He tenido una fe loca desde que empecé a jugar a basquetbol y pensaba que este momento era posible», subrayó con el récord en el bolsillo.