China se «opuso con firmeza» el viernes a las nuevas sanciones adoptadas por Estados Unidos contra empresas chinas acusadas por Washington de participar en violaciones de derechos de la minoría uigur.

«Adoptaremos todas las medidas necesarias para proteger con determinación los derechos e intereses legítimos de las entidades y empresas chinas», declaró ante la prensa Wang Wenbin, un portavoz del ministerio chino de Relaciones Exteriores.



El Departamento de Comercio de Estados Unidos anunció este jueves que añadió a compañías chinas de biotecnología a su lista negra de empresas señaladas por violaciones a los derechos humanos, al acusarlas de vigilancia de alta tecnología a la minoría uigur.

«La investigación científica en biotecnología e innovación médica puede salvar vidas. Desafortunadamente, la República Popular de China ha optado por utilizar esas tecnologías para controlar a su pueblo y reprimir a los miembros de minorías étnicas y religiosas», deploró la secretaria estadounidense de Comercio, Gina Raimondo, en un comunicado.



Grupos de derechos humanos han reportado una vigilancia sin precedentes a los uigures, de mayoría musulmana, en la región de Xinjiang, que incluye seguimientos de ADN y operaciones de inteligencia artificial para reconocer y monitorear rostros.

Activistas, testigos y el gobierno de Estados Unidos dicen que más de un millón de uigures y otros musulmanes permanecen cautivos en campos de concentración en un intento de desarraigarles de sus tradiciones islámicas y asimilarlos por la fuerza.

Pekín describe estos sitios como centros de entrenamiento vocacional y asegura que su objetivo es reducir el riesgo de que se esparza el radicalismo islámico, tras una serie de ataques mortales.